CARTAS AL ALCALDE
Ratas
Los animales, tan sabios, han tomado la ciudad desierta, un ámbito sometido a la fiereza de lo humano, desde siempre
Los meses de confinamiento han traído mucha amenidad de fauna a la ciudad, incluyendo algunos jabalíes que iban de picnic por la Dehesa de la Villa. Los animales , tan sabios, han tomado la ciudad desierta, un ámbito sometido a la fiereza de lo humano, desde siempre. «Mi familia y otros animales», dice por ahí el título de una novela de riesgo, y eso ha sido el Madrid del confinamiento, una familia de los justos, más los animales alegres que han ido tomando por ahí el Paseo de la Castellana, la Dehesa de la Villa o la Gran Vía.
Parece que hubieran reconquistado la ciudad , los animales, y la estampa estupefaciente de un ciervo atravesando un puente metropolitano ha sido real, y no una imaginación de fotógrafos modernos. Los jabalíes han sido una estampa de entresoñado esparcimiento, durante el coronavirus, y un jabalí hasta se acercó a la Ciudad Universitaria , a frecuentar el césped donde acampan para los cigarritos las muchachadas de la zona.
Hubo que echarle el lazo. Pero durante el coronavirus, lo que la gente ha visto son ratas . Mayormente, ratas. Como lo oye, alcalde. La estampa ya no es tan grata, si nos ponemos a pensar, porque la rata es un animal de poco retrato, y sólo sale para dar susto, o asco, en las películas de miseria y en las películas de terror, que a veces son lo mismo. Pero en Madrid se han visto muchas ratas, alcalde. A esta sección, que es buzón del consumidor, contento o no contento, se han arrimado lectores sobrantes diciendo que se asomaban a la ventana, durante el confinamiento, y veían una rata aquí y otra allá, haciendo ese atletismo huyente de la rata que siempre va corriendo hacia la noche, que suele quedar en una alcantarilla.
Las ratas se han hecho diurnas, durante el coronavirus, y han salido a pasear, porque no había peatones, ni tráfico, con lo que no había peligro. En concreto, en la Plaza de Olavide, las ratas han tenido muchos días de asueto transeúnte , como si fueran vecinos ocultos de la zona, que lo son. Cito un lugar, alcalde, pero ha habido más. Las ratas, hoy, no se ven, pero ahí están. Han huido, sin huir.
Noticias relacionadas