Aparcamiento

El barrio de Guindalera es un barrio traspapelado, entre el barrio de Salamanca y la M-30. Tiene una naturaleza un poco revuelta, con un frente de edificios burgueses, asomados a la embocadura de Diego de León , y luego un laberinto de calles tortuosas que miran a la tarde de pueblo que a menudo tiene Madrid. Por su fondo, se despereza el Parque de las Avenidas , con su simetría de abetos, con su equidad de fachadas gemelas, con su calma de jubilados con buen perro.

Hay, en este barrio, una población veterana que tira de transporte público, pero más bien no. Quiero decir que es un vecindario de edad alta, que aún se mueve, o quiere moverse, y tiene todavía coche propio, «la desgracia del coche propio », según definición aquejada de un vecino de la zona, que viene a coincidir con la misma denuncia, o el mismo desencanto, de tantos otros vecinos. Y ahora aterrizo, alcalde. Resulta que muchas de estas gentes de Guindalera ya no tienen aparcamiento. La zona se ha ido secando de aparcamiento, entre las zonas SER verdes, que fueron eliminadas, o casi, a favor de carril bus y, sobre todo, a favor del carril bici, que por cierto es un desierto en este barrio . La bicicletas son para el verano, sí, y no sólo para el verano meteorológico, sino para el verano de la vida, que es la juventud.

Ahí, en Guindalera, los domiciliados son jóvenes de muchos años. Y tiene su coche para ir tirando. Pero el coche ya no hay donde dejarlo, porque conviene darle ruta más ancha al autobús , o a la bicicleta, y porque algunas plazas de aparcamiento del sitio las disfrutan o acaparan algunos centros de éxito del barrio, como el centro cultural Buenavista, o bien otros centros. No diremos que estos sitios no necesitan un aparcamiento, pero más lo necesita el barrio en general, que va dejando a los residentes en peatones por necesidad, unos peatones que no tienen ya mucho atletismo de peatones, aunque entrenen de paseo con la mascota. No sería un disgusto para los vecinos que se arañaran unas plazas de aparcamiento allí, otras allá, que les hagan mejor la vida.