Sol

Si las cosas salen tal y como el proyecto expone, alcalde, va a molar la reforma de la Puerta del Sol . Quiero decir que nos parece que está muy bien tirado el empeño de hacer peatonal la plaza entera, y también el de realojar ceñidamente los elementos que están aquí y allá y acullá, con una alegre dispersión de muchos años. El proyecto es el proyecto que hace cinco años largos ganó el concurso «Piensa Sol», un concurso que en su momento quedó frenado por el relevo de gobierno. De modo que aquello un poco antiguo, pero no tanto, es hoy el futuro. Uno es vecino de ahí mismo, y transito esa plaza a diario, desde hace más de una década. Conviene darles un sitio en condiciones a los quioscos de prensa, alcalde, porque son míticos, y porque lo merecen. En la plaza sobrevive todavía la cúpula de acceso al metro, como un galápago de cristal, que es directamente infame, con lo que resulta un acierto darle demolición inapelable . Se aprecia que el proyecto incluye la virtud del sentido común, porque limpiará de mucho estorbo escénico el lugar, dándole rellano, y dándole simplicidad, que es siempre una de las mejores apuestas estéticas.

La Puerta del Sol es uno de los naipes principales de Madrid, una postal primerísima de la ciudad, y está muy bien la apuesta firme de regresar a tan famoso enclave ilustre las maravillas de lo simple y los lujos de la simetría. Porque también se avala en el proyecto que los monumentos de la Mariblanca, y El Oso y el Madroño, tendrán un poco de retranqueo de reunión, y se desplaza la estatua de Carlos III, con lo que la Real Casa de Correos quedará más felizmente expuesta al entorno.

Luego está la previsión de un tratamiento homogéneo en los bajos comerciales de todo el perímetro y también una iluminación común que resuelva las discordancia de unos rincones y otros rincones. Ya digo, alcalde, que la reforma tiene muy buena pinta , entre el aseo claro y el arbitrio cabal. Eso, y que la cúpula absurda de cristal del metro venía pidiendo la demolición urgente.