Altos cargos de la EMVS niegan la contratación de un detective para espiar a Ayuso: «Jamás se habría podido materializar»
En la segunda comisión de investigación de la supuesta trama orquestada en el seno de la empresa municipal, los comparecientes han señalado los «filtros» que habrían permitido denunciar los hechos
La segunda sesión no ha arrojado más luz sobre el asunto. La comisión de investigación para esclarecer el supuesto espionaje a Isabel Díaz Ayuso , la trama que hizo saltar por los aires al PP, ha estado marcada por la ausencia de sus protagonistas. El detective contactado presuntamente desde el seno de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) del Ayuntamiento de Madrid, Julio Gutiez; el excoordinador general de Alcaldía, Ángel Carromero, que dimitió cuando se destapó el caso; la que fuera su mano derecha, Beatriz Fanjul; o la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, entre otros.
Pasadas las nueve de la mañana, los concejales han convocado primero a la jefa de Contratación de la EMVS, María Teresa Peral, que retorcía un bolígrafo entre sus manos mientras el presidente de la mesa explicaba el formato de la comparecencia. «La primera pregunta es cuándo tuvo noticia por primera vez del caso, de qué forma se enteró y si realizó o le pidieron que realizara alguna comprobación de contratación», ha empezado el edil del Grupo Mixto, José Manuel Calvo. « La primera vez que tuve conocimiento fue por los medios de comunicación , el día 17 de febrero», ha respondido Peral.
Después que se desvelara el escándalo, Peral tuvo que recopilar la relación de contratos de la EMVS desde el 8 de julio de 2020, día en que arrancó el mandato de José Luis Martínez-Almeida, hasta febrero de 2022. «No se ha iniciado, adjudicado, formalizado, tramitado ningún expediente» de contratación de servicios de espionaje , ha zanjado Peral. Cualquier contrato en la empresa pública, según ha informado la funcionaria, lleva aparejado un expediente de tramitación, a través de una aplicación electrónica que garantiza la autenticidad y confidencialidad de todos los procesos. «Si alguien decidiera iniciar unos servicios de espionaje, intentaría abrir un expediente y automáticamente el superior jerárquico diría: "¿Esto qué es?"», ha precisado.
El siguiente alto cargo de la EMVS en comparecer, el gerente José Antonio Acosta, también ha negado estar al tanto de los supuestos hechos. «Esa persona, como mal ciudadano, por llamarlo de alguna manera, que se entrevistó con el detective que denunció los hechos nada tiene que ver con esta empresa», ha aseverado. Igual que su compañera, Acosta ha recordado que en la empresa existen «filtros administrativos, jurídicos y financieros» que habrían hecho imposible la contratación de servicios de espionaje con dinero público: «Jamás se habría podido materializar». «De las auditorías realizadas , tanto de la interna a través del comité de ética, como de la Oficina contra el Fraude, se concluye que ni esta empresa ni su personal ha utilizado sus estructuras para realizar ningún encargo o servicio que no tenga relación con su objeto social, por supuesto, espionaje», ha señalado el gerente.
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