Almeida se refugia en la falta de pruebas para negar el espionaje a Ayuso

«No se ha producido ningún tipo de encargo ni ha habido dinero público de por medio», ha reiterado el regidor en un pleno extraordinario

Almeida espanta de Cibeles al fantasma de la moción de censura

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, interviene en el Pleno EFE / Vídeo: EP

Cris de Quiroga

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A José Luis Martínez-Almeida le han bastado cinco minutos para quitar hierro al presunto espionaje que dinamitó al PP en cuestión de horas . «No se ha producido ningún encargo ni ha habido dinero público de por medio para investigar a la presidenta de la Comunidad de Madrid», afirmó este viernes el alcalde en un pleno convocado de urgencia para esclarecer la trama urdida supuestamente en el Palacio de Cibeles . Una sesión que se despachó en una hora y en la que Almeida no dio más explicaciones. Su escudo ha sido la falta de pruebas: «Todavía no se ha acreditado de ninguna manera que hayamos incurrido en alguna mentira».

El regidor tenía otro talante. «Desconozco cuál puede ser la utilidad de este pleno, porque es dos días después» de las últimas explicaciones, fue su primera frase. Después del tono institucional y comedido de las pasadas jornadas para asegurar que el Ayuntamiento de Madrid no encargó ninguna investigación sobre Isabel Díaz Ayuso y los contratos de su hermano , Almeida ha regalado su ironía habitual para sortear el escándalo y responder a los recelos de la oposición con la misma dureza. Y ha repetido su relato: que le llegaron una «serie de indagaciones» sobre la dirigente madrileña que «no tenían ningún respaldo más allá de lo verbal». Rumores de palacio.

Fue entonces cuando en Cibeles decidieron contactar con el detective privado que habría buscado la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), donde presuntamente se orquestó la investigación para indagar en el contrato que firmó el Gobierno regional con la empresa Privet Sportive S.L. para la compra de mascarillas, una operación en la que Tomás Díaz Ayuso cobró una comisión de 55.850 euros , por ahora el único dato oficial. «El detective no solo niega el encargo, sino el contacto con la EMVS», explicó Almeida. Hasta la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Ciudadanos), estaba incómoda: «¿Qué hubiese pasado si el detective hubiese dicho que sí? En este ayuntamiento sí hubo potencial de corrupción, eso es lo que me preocupa».

El quién y el cómo sigue siendo un misterio. «En la comisión de investigación se sabrá toda la verdad», lanzó la edil del Grupo Mixto Marta Higueras. En el pleno de este martes, Almeida votó a favor del interrogatorio apoyado por todos los grupos municipales —salvo Vox, que se abstuvo— y 48 horas después la oposición ha seguido reclamando nombres de comparecientes y sus hipotéticas implicaciones . Pablo Casado, el líder del PP en la rampa de salida, y el ex secretario general Teodoro García Egea, por supuestamente dictar las órdenes; Ángel Carromero, la mano derecha del alcalde y presunto ejecutor de la trama que dimitió de todos sus cargos al destaparse el escándalo; Álvaro González, al frente de la EMVS, y el concejal Borja Carabante, que habló con el primero; el exministro Rafael Catalá, la persona que alertó a Ayuso de que estaba bajo la lupa; la edil Andrea Levy, entonces presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP.

La dimisión de Carromero es una pregunta recurrente y sus aclaraciones un imperativo de la bancada contraria. Y Almeida ha dicho que sí, que le pedirá al que fuera director general de Coordinación de Alcaldía que vaya a la comisión. Sin embargo, la presencia de Carromero está más que en el aire ; estas sesiones municipales no son obligatorias y al no ostentar ya ninguna responsabilidad en el consistorio ni en el partido todo queda al arbitrio de su voluntad. «Todas aquellas personas que sean del PP van a comparecer», dijo el alcalde este miércoles, apenas dos horas después de que Carromero abandonara el barco. «Hay una hipótesis, la que más preocupa, que usted estaba perfectamente al tanto pero mandó hacer el trabajo sucio a su mano derecha», opinó Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, el principal partido de la oposición.

Mientras Almeida quería sacudirse el asunto «rapidillo», como criticó la edil socialista Mar Espinar, la izquierda ha hablado de «la mayor crisis institucional hasta ahora conocida». El regidor no ha titubeado en desviar la atención y arremeter contra la oposición : «No voy a permitir que se convierta la comisión en un circo». Su segunda y última intervención ha empezado igual que la primera: «Decía al principio que desconocía la utilidad de este pleno y no tengo ninguna duda de que es ninguna». Quizá en eso sí estén todos de acuerdo.

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