El acusado de matar a martillazos a una compañera de trabajo: «Perdí la cabeza»

Constancio M.H. se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 25 años de prisión por un delito de asesinato con ensañamiento y alevosía

EFE

Constancio M.H., acusado de matar a una compañera de trabajo propinándole 30 martillazos por todo el cuerpo , ha declarado ante el jurado popular que desde hoy le juzga en la Audiencia de Madrid que «perdió la cabeza» y que no recuerda nada después del primer golpe. El acusado, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 25 años de prisión por un delito de asesinato con ensañamiento y alevosía, ha manifestado que el martillo con el que terminó con la vida de Teresa R.R, lo llevaba siempre en la mochila . «No lo metí ahí para matar a nadie», ha asegurado.

Constancio ha relatado que el día 3 de junio de 2014 quedó con su compañera de trabajo en una empresa de limpieza en uno de los portales donde ella trabajaba, en Pinto (Madrid), para hablar sobre una deuda que había contraído tres meses antes. El acusado debía a Teresa 500 euros que ésta le había prestado para solucionar unos supuestos problemas económicos y, según Constancio, ese día «solo quería hablar con ella para ver cómo podíamos solucionar lo de la deuda ».

Fue ella, ha continuado, la que le dijo que le acompañara al cuarto de la limpieza situado en el aparcamiento del edificio mientras hablaban porque tenía prisa. «Le propuse darle 100 euros pero se negó, o que se lo daba todo o que iba a avisar a la empresa para que me lo descontaran del sueldo», ha afirmado Constancio, antes de añadir que fue entonces cuando cogió el martillo que llevaba en la mochila y, mientras Teresa estaba de perfil, le propinó un martillazo en la cabeza.

Tras el golpe la víctima cayó al suelo desmayada y, aunque Constancio no ha negado haberle propinado más golpes, ha manifestado que no lo recuerda y que treinta le parecen muchos porque «pasó todo muy rápido». A preguntas del Ministerio Público sobre por qué no contó lo sucedido a la policía en sus dos primeras declaraciones y no fue hasta un día después cuando confesó los hechos , ha declarado que fue porque «estaba muerto de miedo, nunca había matado a nadie, no soy un asesino ni un terrorista».

Según las conclusiones provisionales del fiscal, Constancio propinó 23 de los 30 golpes en la cabeza de la víctima, causándole un «dolor terrible, inhumano, desproporcionado y brutal ». El acusado se encuentra en prisión desde su detención el día 6 de junio de 2014.

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