Así actuaba la envenenadora en serie de Móstoles

Una familia de la localidad de Móstoles ha sufrido durante varios meses mareos y naúseas, hasta que descubrió que el origen de su malestar compartía su mismo techo. La inquilina, que residía como alquilada en una habitación de la vivienda, elaboraba una pócima tóxica de lejía e insecticida y la vertía en la comida y bebida de sus víctimas. La Policía Nacional ha detenido a la mujer por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid en un comunicado.

Varios problemas de convivencia avivaron los recelos de la familia envenenada. A finales de agosto, una de las afectadas se personó en dependencias policiales del municipio para denunciar a su compañera de piso. Creía que la mujer podría estar manipulando los alimentos, a los que tenía fácil acceso, y a raíz de encontronazos anteriores. La denunciante trasladó entonces a los agentes que llevaban varios meses notando un sabor extraño , así como un fuerte olor, similar a la lejía, en la comida que dejaba preparada en su domicilio, y que ingerían tanto ella como sus hijos.

La desconfianza forzó a las víctimas a colocar cámaras de seguridad en la propia cocina de la vivienda. Las grabaciones confirmaron sus sospechas y cazaron a la envenenadora «in fraganti». La cámara capta a la mujer, efectivamente, vertiendo algún tipo de producto en los alimentos de sus convivientes.

Con las pruebas en la mano, los afectados procedieron a facilitar las imágenes a los agentes de la Policía Nacional encargados de la investigación. Una vez comprobados los hechos, los investigadores detuvieron a la inquilina por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa . Además, tras pasar a disposición judicial, se decretó una orden de alejamiento respecto de las víctimas.

Por otro lado, la Policía Nacional informó ayer de otras tres detenciones . El lunes, tres personas se atrincheraron en su casa, en el distrito de Carabanchel, desde donde apuntaron con escopetas a la exnovia de uno de ellos , una joven de 19 años a la que maltrataban diariamente, y a los parientes de ella. La familia amenazada había acudido a la casa para recuperar al hijo de la mujer agredida, que no pudo llevárselo en su huida. La intervención policial evitó males mayores.