Polémica
El 41,6% de las plazas de policías municipales para delitos de odio se quedan sin cubrir
Solo 14 de los 34 aspirantes a la unidad estrella de Carmena superaron las pruebas
No hay interés entre los integrantes del Cuerpo de la Policía Municipal por formar parte de la Unidad de Gestión de la Diversidad (UGD), de nuevo cuño por obra y gracia del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, que engloba los delitos de odio.
Prueba de ello es que al concurso de méritos convocado este año para proveerla de 24 efectivos solo se han presentado 34 agentes. Y eso que podía concurrir cualquier funcionario del Cuerpo. El resultado de los exámenes tampoco ha sido halagüeño: solo catorce agentes lograron superarlas –siete hombres y siete mujeres–; el resto no resultaron aptos. Por tanto, quedan diez puestos desiertos, o, lo que es igual, el 41,6% de la plantilla prevista.
El objetivo que perseguía el delegado de Seguridad, Javier Barbero, impulsor de la unidad estrella de la Policía Municipal que arrancó en julio pasado, era dotarla de personal. Ahora la componen cuatro personas, el sargento y tres agentes. Visto lo visto, sus expectativas se quedan reducidas a un refuerzo de 14 personas.
La UGD tramita e investiga únicamente las lesiones leves y traslados sin seguimiento hospitalario y daños a iglesias o recintos realizados por motivos de odio. Estos incluyen los cometidos contra la libertad sexual, religiosa, xenofobia, misoginia, discapacidad o aporofobia (rechazo a los mendigos ).
Los sindicatos han venido criticando esta unidad, al entender que realizan esa tarea en su patrullaje diario. Además, consideran su creación «una decisión política» que no saben cuánto durará, por ello quizá se hayan presentado pocos agentes. Así lo explicó Carlos Bahón, de la Asociación de Policía Municipal Unificada ( APMU ). «Es increíble que la mayoría de los aspirantes no sean aptos para una función en la que basta con conocer el Código Penal».
Abogó por formar a los agentes para realizar las diligencias e instruir esos delitos de forma adecuada en vez de crear « unidades innecesarias».
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