Librarse con picaresca de ser miembro de mesa electoral puede salir mal
Cuesta encontrar a alguien que responda al timbre. Pero no descolgar el telefonillo, para que ni...
Cuesta encontrar a alguien que responda al timbre. Pero no descolgar el telefonillo, para que ni siquiera nos dejen en el buzón la notificación, sólo está retrasando lo inevitable. Tras un primer sorteo, si quedan puestos desiertos después de las alegaciones correspondientes, se vuelven a sortear. Ha ocurrido en una parte importante de Ayuntamientos. Así que todavía se está en fecha. Correos hace tres intentos por entregar el certificado o el aviso si no se localiza a nadie. Incluso la Policía puede llevarlo. Pero aunque la persona interesada no abra ni la puerta ni el buzón, los nombramientos se acaban publicando en el Boletín Oficial del Estado (BOE), es decir, que ya es información pública. Si no la conoce, el problema es suyo. Y como ser presidente o vocal, titular o suplente, es una obligación, no acudir a desempeñar esas funciones puede conllevar pena de prisión de tres meses a un año o multa equivalente. No obstante, siendo estas fechas, la Junta Electoral ha ampliado las causas para poder renunciar, como tener vacaciones contratadas previamente a la convocatoria, pero también, por si acaso, ha elevado el número de suplentes, de dos hasta cuatro.