ASÍ LO CONTÓ ABC: 15 DE JUNIO DE 1977
Plegaria Suárez
Cuando las cosas no iban bien, cogió su Mercedes negro de presidente y se plantó en Cebreros, su pueblo natal

Fue un golpe de efecto electoral. Las cosas no iban bien. De pronto cogió su Mercedes negro, de presidente, y se plantó en Cebreros, su pueblo natal. Nadie sabía nada de nada. Ni el alcalde ni las autoridades, ni su propia familia .
Paradójicamente, el pueblo está repleto de carteles y pegatinas de todos los partidos y coaliciones menos de Unión de Centro Democrático. Suárez sonrió. Seguramente, la procesión la llevaba por dentro. Y se tomó un «cafelito» en el bar de la plaza. Acompañado de su esposa, Amparo Illana , se fue a la iglesia porque era el día del Corpus. Rezó. Y a la salida, sus paisanos, los abulenses de Cebreros, le estrecharon la mano. «¿Cómo va eso presidente...?» . Suárez sonrió.

Fueron unas horas en contacto directo con el pueblo. Lejos del quehacer político de los decreto-ley. Pero una forma más de prolongar su imagen, de hacer indirectamente campaña, que el pasado lunes culminó en televisión. Adolfo Suárez , una vez más, «dio bien».