Transición Española
El plan anticrisis de 1977: «Economía de mercado y libre iniciativa privada»
Asi lo contó ABC: El vicepresidente Fuentes Quintana explicó anoche el alcance de las medidas económicas
![Enrique Fuentes Quintana, vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía de España](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2017/08/07/fuentes-quintana-economia-krTD--1240x698@abc.jpg)
Anoche, después de que finalizara la segunda edición de Telediario, el vicepresidente segundo del Gobierno para Asuntos Económicos, profesor Fuentes Quintana , compareció en la pequeña pantalla para explicar la situación económica y las medidas adoptadas por el Gobierno para encauzar su solución.
El texto de la intervención del profesor Fuentes Quintana es el siguiente:
Lo saben todos ustedes: la economía española atraviesa una situación difícil. Ningún diagnóstico honesto puede afirmar otra cosa si quiere afirmar verdad. Y ningún remedio auténtico puede prescindir del esfuerzo colectivo de los españoles si queremos hallar de nuevo una posibilidad de crecimiento económico, sostenido en una sociedad como la nuestra que quiere ser libre y democrática.
Significado del plan de urgencia
El propósito que hoy me sitúa ante ustedes no es tanto el de insistir en el diagnóstico de nuestra situación económica como presentar el significado de la primera serie de medidas que componen el programa económico del Gobierno.
Un programa que se ha denominado plan de urgencia, por dos motivos: Primero, para subrayar hasta qué punto son apremiantes las actuaciones que contiene y, segundo, para señalar «que sólo se trata de una primera entrega, provisional en algunos aspectos, de un programa económico que se irá desarrollando en los próximos meses, y cuya maduración y resultados demanda, inevitablemente, tiempo para registrar sus efectos.
Las medidas que integran el programa económico de urgencia se adoptaron el pasado día 24 de julio. Y de esas medidas prometió el Gobierno una información veraz y completa. Una información que se ha retrasado por dos razones fundamentales. La primera, contar con la prueba fehaciente de que por parte del Gobierno, y en cuanto de su voluntad y decisión dependo, las medidas principales se han adoptado. En segundo lugar está el respeto a las instituciones: el Gobierno debía presentar a las Cortes sus proyectos de reforma fiscal —parte vital de su programa de urgencia—, lo que ha realizado ya, y entiende que puede exponer, ahora, su lógica y sus fundamentos.
Tres grupos de acciones
Ese programa, que se ha calificado de urgencia, consta de tres grupos de acciones diferentes:
• Las dirigidas a conseguir un mejor equilibrio de nuestras cuentas con el exterior.
• Las que pretenden lograr una desaceleración de los precios internos.
• Las medidas que aspiran, en fin, a esforzarse por combatir el paro en las zonas y regiones del país más afectadas por su presencia.
La devaluación
Las medidas tendentes a equilibrar nuestras cuentas con el exterior se centran en el nuevo tipo de cambio realista de la peseta, definido el pasado día 12 de julio.
La peseta tenía fijado un tipo de cambio que todos los mercados consideraban unánimemente irreal y cuyo sostenimiento le costaba al país casi cien millones de dólares diarios.
Un tipo de cambio arbitrario produce cuatro efectos distintos y adversos en una economía: frena y castiga las exportaciones al impedir que los empresarios naeionales vendan sus mercancías en condiciones competitivas en el exterior. Prima, en segundo lugar, la realización de importaciones, ya que el tipo de cambio irreal las hace apetecibles, engrosando de esta manera el déficit con el exterior y aumentando la demanda de productos y trabajo del extranjero en un país como el nuestro con baja producción nacional y con nivel de paro elevado. En tercer lugar, ese tipo de cambio arbitrario facilitaba y aun aseguraba la especulación y, finalmente, abría una sangría irreparable a la pérdida, de reservas que todo Gobierno con sentido de responsabilidad histórica tiene obligación de defender.
La nueva política flexible y realista del tipo de cambio ha producido desde el día 12 de julio en que se adoptó hasta hoy una variación profunda de las tendencias que habían venido caracterizando la evolución del mercado de cambios de la peseta. De una oferta constante y abrumadora de pesetas hemos pasado a otra situación, con una demanda muy fuerte e insistente de moneda española. Una parte elemental de las novedades registradas desde el pasado día 12 destacaría al menos dos conclusiones:
Mejoran los cambios
Primera: La mejora permanente del tipo de cambio de la peseta. Frente a un cambio oficial vendedor de 87,33 pesetas /dólar el día 12 se ha llegado al día de hoy al de 84,78, Es decir, la peseta, reflejando las tendencias auténticas del mercado, ha pasado de un porcentaje inicial de devaluación de un 19,70 por 100 a otro de 17,30 por 100 con respecto al dólar. Esa mejora ha sido general, esto es: se ha registrado frente a todas las monedas importantes. El cambio efectivo de la peseta, que recoge su valor respecto de las monedas más importantes para nuestros intercambios con el exterior, muestra hoy una mejora del 3 por 100 desde su nivel el día 12 de julio