La Xunta lamenta que el 23J supone seguir aplazando demandas de Galicia sin cumplir
El presidente augura que las tácticas de Sánchez tendrán un «castigo» en las urnas
Rueda celebra que el PPdeG «aprendió las lecciones» de 2019 y ganó «claramente» el 28M en la Comunidad

Pedro Sánchez rumió durante la madrugada del 29 de mayo el castigo electoral que acababa de sufrir y horas después anunció la convocatoria de comicios generales. Del 28M al 26J. España de nuevo en modo campaña, con las Cortes generales disueltas, más de 60 leyes paralizadas y, en el caso de Galicia, un nuevo aplazamiento de las demandas formuladas por la Comunidad en los últimos años. «Todo lo que estábamos reclamando queda sin atender», ha lamentado este jueves el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, preguntado al respecto en San Caetano, tras desgranar los acuerdos alcanzados por el Consello.
«Ya me gustaría poder agradecerle y reconocer al Gobierno que las grandes demandas fueron atendidas. Le vendría bien a Galicia y al gobierno de la Xunta. No es así (...). Nunca lo sabremos, aunque me temo que, si no hubiera habido adelanto electoral, alguna promesa por lo menos se hubiera cumplido», ha razonado. «Todas las promesas quedan sin cumplir. Son muchas».
Entre las «más flagrantes», Rueda ha enumerado la llegada definitiva del AVE a todas las ciudades, la reparación del viaducto de la A-6 o los fondos Next Generation que precisan proyectos industriales «muy potentes » —Altri en Palas de Rei, etc—, «tres incumplimientos claros». Sin olvidar que la Xunta está embarcada en sacar adelante su propia ley de gestión del litoral ante la cerrazón del Gobierno a reconocer que posee las competencias.
El presidente autonómico ha dicho esperar que «si hay un cambio de Gobierno », como espera, las demandas de Galicia sean finalmente atendidas. Sería necesaria, el 23J, una nueva victoria del PP, como el 28M, y que la aritmética parlamentaria posibilite el relevo en Moncloa. Al respecto, y también a preguntas de los medios, Rueda se ha mostrado «seguro» de que, si hace menos de una semana el PSOE sufrió una «bajada importante de votos», en las generales «va a ser muchísimo más». Por un lado, porque el PP presenta a Alberto Núñez Feijóo, avalado por sus cuatro mayorías absolutas; por otro, por la maniobra de Sánchez para fijar las elecciones en una fecha en la que «sabe que es mucho más difícil el voto» —ha rechazado que se compare con las gallegas de 2020 porque entonces la pandemia obligó a una segunda convocatoria— y, en lugar de estar dotando de «recursos extraordinarios a Correos», para que los españoles dispongan de más medios, está azuzando el «miedo absurdo» a una alianza PP-Vox; y todo esto, ha asegurado, tendrá un «castigo en las elecciones generales» para el PSOE.
«Un inmenso cinismo»
A propósito de las palabras de Sánchez la víspera, calificando al PP de «derecha extrema», ha aventurado que será el «eje argumental» de los socialistas durante la campaña, pero que «les va a colar menos que nunca», especialmente en Galicia, donde el 28M deparó «un concejal de Vox en 313 concellos » —en Avión—. Muy crítico, ha afirmado que el discurso de Sánchez denota una «falta de ideas enorme» y un «inmenso cinismo», por meter «miedo» con el partido de Abascal, cuando considera que no ha de «avergonzarse» por sus pactos con Bildu y otras formaciones «anticonstitucionalistas», que «no son comparables».