Rueda compara las viviendas de la Sareb en Galicia con el fiasco del Garañón

El PSOE pone en bandeja que el presidente de la Xunta eleve al debate autonómico, en el Parlamento, la gestión en Lugo de Gómez Besteiro

Rueda no descarta recurrir también la ley de vivienda del Gobierno

Rueda muestra una fotografía con las viviendas de la Sareb disponibles en Galicia en el Parlamento DAVID CABEZÓN (XUNTA)

Pablo Pazos

SANTIAGO

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Alfonso Rueda ha entrado este miércoles en sede parlamentaria en el «legado» que le viene afeando el PPdeG al nuevo delegado del Gobierno en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, en parte como réplica a los ataques de los socialistas a Elena Candia. Pero ha sido el propio portavoz socialista quien se lo ha puesto en bandeja durante la sesión de control. El presidente de la Xunta, durante un careo sobre vivienda, ha acusado a Pedro Sánchez de «hacer electoralismo descarado con este tema», y Luis Álvarez se ha revuelto reprochando que «electoralismo» es que la víspera el Grupo Popular sacara a colación el Garañón «para sacar al señor Gómez Besteiro».

«Eso es pura objetividad», ha ironizado Álvarez, quien ha procedido a intentar defender al exsecretario general del PSdeG culpando al PP de Lugo por una modificación previa en el plan general de ordenación municipal. «¿Qué hace un gobierno con una licencia municipal que, como usted sabe perfectamente, es un acto reglado? ¿Está sugiriendo a los candidatos que tiene aquí, que se presentan a las elecciones municipales, que tengan que dar una licencia, que si no les gusta, no la dan?». Y ha apostillado: «Les veo muy nerviosos con el retorno del señor Gómez Besteiro y su tándem con el señor González Formoso, hacen bien en estar nerviosos». Por último, ha insinuado falta de liderazgo de Rueda en su partido, apuntando supuestas discrepancias con los barones provinciales (salvo en Pontevedra); lo que le ha dado pie a preguntar si pedirá «algún tipo de responsabilidad» al orensano Manuel Baltar por exceso de velocidad.

Rueda (que no ha entrado en este asunto, como tampoco cuando lo ha sacado a colación Pontón), no ha dejado pasar la oportunidad que le brindaba Álvarez, a quien ha calificado de «magnífico abogado defensor» y «fiel servidor» del Gobierno, por cumplir sus «encargos» en O Hórreo, para enlazar las gestiones de Besteiro y su jefe de filas nacional. El titular de la Xunta ha mostrado dos fotografías, que ha explicado que se corresponden con las propiedades de la Sareb que «ofreció Sánchez a Galicia como magnífica solución a la vivienda», asegurando que «los gallegos pueden entrar a vivir inmediatamente». «Esto es lo que hay, están como el Garañón. Efectivamente, se parecen bastante al Garañón», ha dicho con retranca, en alusión al estado de las torres ubicadas en la capital lucense.

Rueda ha abogado por «hablar en serio» de vivienda y ha señalado que justamente eso resulta «muy difícil» de hacer con los discursos del presidente del Gobierno, de quien ha dicho que comenzó hablando de 50.000 vivienda, de las que unas 1.200 serían para Galicia -aunque la Sareb las redujo a poco más de 40-, para dar después otras cifras en el Senado, de 113.000 a 180.000. El presidente autonómico ha hecho una última alusión a Besteiro reivindicando la «vivienda real» frente a aquella que hay que «derribar», como el Garañón, poniendo en valor que, desde 2009, la Xunta ha llegado a 4.640 adjudicaciones de vivienda pública. Un montante que recientemente, «sin tanta propaganda», ha dicho, anunció que crecería, con un incremento del 50% en el parque público residencial.

Pontón ataca el viaje a América

Durante el careo, con la política industrial como temática, con Ana Pontón, Rueda ha avanzado que este jueves el Consello aprobará la ley autonómica de ordenación del litoral, a la que el Gobierno ya ha mostrado su rechazo, además de informar de que ha solicitado una reunión con el nuevo ministro de Industria, Héctor Gómez, con quien espera «tener más suerte» que son su predecesora, Reyes Maroto; cuando le reciba, ha apuntado, defenderá la dotación con fondos europeos para proyectos tractores gallegos, que aumente la cantidad destinada a la industria y volverá a reclamar un mayor apoyo al corredor atlántico.

En la refriega dialéctica, con la habitual guerra de cifras que también ha protagonizado el intercambio con Álvarez, además de calificar al PP de «letal para el sector industrial» gallego, la portavoz nacional del BNG ha sacado a colación el reciente viaje de Rueda a América. Más allá de preguntar «cuánto nos costó a los gallegos» y «cuáles son los acuerdos económicos logrados», la dirigente frentista atacó al mandatario reduciendo su balance a «repartir gorras del Xacobeo» y «ofrecer Galicia para seguir adelante con el expolio eólico de nuestro mar». Pontón no solo ha afirmado que su partido no ve «justificado ese viaje», sino que ha ido más allá apuntando que «esperemos que no acabe como el del señor Feijóo», en alusión al caso Pémex.

Rueda, en su réplica, ha pedido «un poco más de respeto por los gallegos que viven fuera», especialmente molesto con las «gorritas del Xacobeo»; y ha retado a la portavoz del Bloque a visitar la hermandad gallega en Caracas y trasladarles que el régimen que les «conviene» es el que los nacionalistas «defienden» en Galicia. «Vaya por allí, a ver si es capaz», ha replicado. No ha sido el único envite que ha lanzado el presidente de la Xunta, quien también ha emplazado a Pontón a dirigirse a las 5.000 familias pendientes del futuro de Ence y explicarles porque en el BNG «van a hacer todo lo posible hasta que se queden en paro».

También ha salido al paso de la acusación de Pontón de que «debería preocuparle la galleguidad de las empresas» de la Comunidad, para a renglón seguido afirmar que en San Caetano «no movieron un solo dedo» ante el anuncio de que Abanca venderá su participación en Nova Pescanova, «sin que ustedes digan absolutamente nada». El presidente ha rebatido que la Xunta está «en contacto directo» para que, una vez adquiera la firma la canadiense Cooke, que se mantenga en Galicia el domicilio social y fiscal. De paso, ha criticado la doble vara de censurar la falta de inversión extranjera y, cuando se produce, posicionarse en contra.

Frente a la insistencia de Pontón de que, bajo mandato popular, la industria gallega no ha dejado de perder peso económico y humano, Rueda ha achacado al Bloque su discurso «agresivo» y negativo, ya sea ante la industria gasista, de la madera, eólica o extractiva. «Cada vez que hay una iniciativa industrial en Galicia, sobre todo si es puntera, y de futuro, va a tener en contra al nacionalismo, diciendo que no se puede hacer de ninguna manera», ha remachado.

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