reunión con el presidente de la xunta
Ribera se enroca en cambiar el Estatuto para gestionar el litoral
La vicepresidenta tercera se limita a un «seguimiento» de casos donde haya «sensibilidad o preocupación»
Se compromete, ante Alfonso Rueda, a que Galicia disponga de la plataforma de eólica marina: «Es fundamental»
Teresa Ribera no se movió este martes un milímetro de la postura del Gobierno, que se niega a ceder la competencia en materia de litoral a Galicia, como sí ha hecho con otras comunidades, durante su reunión, en Madrid, con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. La vicepresidenta tercera hizo lo mismo que el presidente del Gobierno en verano cuando recibió al jefe del ejecutivo gallego en La Moncloa: el 'no' por respuesta. «Es difícil poder transferir estas competencia sobre gestión del litoral si no están amparadas por el Estatuto de Autonomía», resolvió la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ribera, durante una comparecencia conjunta con Rueda en la sede de su ministerio, insistió en que ese es el «criterio» del Gobierno. Y de ahí no se mueven. «Sobre esto», se limitó a apostillar, «tenemos discrepancias y seguiremos de cerca este asunto». «No ha habido acuerdo, pero tampoco lo esperaba hoy», venía de comentar, con franqueza, minutos antes, el mandatario gallego, quien se quiso quedar con la parte positiva de que al menos se hubiera abordado el asunto y de que, cara a cara, hubiera vuelto a reclamar la transferencia de esta competencia.
Bastó con escuchar a ambos para apreciar el abismo que separa a ambas administraciones en esta materia. Ribera dijo que quería lanzar un «mensaje de tranquilidad» a quien se sienta inquieto por la nueva normativa del Gobierno. Con un discurso más bien vago, comentó: «Entendemos que hay algunas cuestiones concretas donde puede haber una sensibilidad o preocupación». Explicó que Rueda había pedido hacer «un seguimiento de cerca de cada una de estas situaciones», y que lo veía «adecuado». No fue más allá.
El presidente de la Xunta, a quien acompañó en la reunión su número dos, Francisco Conde, comenzó recordando que es «conocida» la «discrepancia» de Galicia en este asunto, en tanto entiende que se pone en «peligro» la «viabilidad» de múltiples industrias en la Comunidad de largo arraigo, con situaciones que «están empezando ya a ser problemáticas». «Nos gustaría llegar a un acuerdo», comentó el mandatario, quien ponderó que imagina que proseguirá la discusión. No obstante, la Xunta tiene la baza judicial: no en vano el pasado mes de octubre el propio Rueda anunció un recurso ante el Tribunal Supremo frente la reciente reforma del Reglamento general de Costas. «Galicia seguirá actuando como hasta ahora», recalcó.
El enroque del Gobierno sobre la «posibilidad» de que Galicia sea quien gestione su litoral sigue ahí. Rueda, respetuoso, habló de «diferencias jurídicas» y reiteró que en la Xunta existe la convicción de que están legitimados. Al tiempo, citó el proyecto autonómico en este ámbito, «respetuoso» con la normativa estatal, que abogó en todo caso, al margen de la transferencia de competencias, por adaptar, para que no se den los «perjuicios» que con el actual «panorama» y «estatus quo se podrían producir».
Eólica 'offshore': sí y «cuanto antes»
El segundo gran eje del encuentro pivotó sobre la energía eólica marina, también conocida como 'offshore'. Rueda enfatizó el afán de Galicia por posicionarse en esta nueva forma de obtención de energía. En septiembre anunció la primera plataforma experimental, a ubicarse a 10 kilómetros de la costa, frente al puerto exterior de La Coruña, en Punta Langosteira —incluirá entre dos y tres aerogeneradores para generar una potencia total de 30 MW—. Este martes enfatizó que han ido «de la mano» en este tema con el Gobierno, actor clave porque es del que depende la aprobación de los planes de ordenación del espacio marítimo, sin los cuales no se puede tramitar ningún proyecto de esta naturaleza.
Y Ribera dio «buenas noticias». La vicepresidenta tercera avaló que pueda estar operativa «cuanto antes», y en este sentido expresó el deseo de que «con la aprobación» de esos planes de ordenación, que quiere que se produzca «antes de fin de año», ambas administraciones, «juntos», puedan «compartir esa visibilización del potencial gallego». Fue más específica en el tramo de preguntas, cuando afirmó «no me cabe la menor duda» al ser inquirida por si Galicia tendrá la plataforma. «Es importantísimo», añadió. «Galicia no se entiende sin el mar, sin la potencia de su mar y (...) sin el aprovechamiento adecuado de la energía eólica offshore». Admitió discrepancias iniciales sobre el emplazamiento, pero recalcó que es «clave» que «tenga lugar cuanto antes». Aquí, al menos, hubo consenso.