El PPdeG pide a la oposición «mano tendida», pero no para «llevarnos a rastras»
Los populares arrancan el curso con modestas expectativas de consenso; el PSdeG recupera la reclamación de la gratuidad de los libros de texto y el BNG pide 1.000 millones frente a la inflación
Arranca el curso político en Galicia y el PPdeG, tras el pistoletazo de salida del pasado sábado en Cerdedo-Cotobade, maneja unas expectativas modestas en lo que a disposición de la oposición de pactar se refiere. «Sería bueno llegar a acuerdos», ha reflexionado este lunes Pedro Puy, portavoz del Grupo Popular en el Parlamento gallego, en O Hórreo, preguntado por ABC. «Depende de la actitud de la oposición. No puedo más que esperar y confiar que lo que algunas veces se escucha de mano tendida no sea una mano tendida para llevarnos a rastras a donde ellos quieren», ha advertido. La forma en que acabó el curso anterior no invita al optimismo, con BNG y PSdeG dando la espalada a la investidura de Alfonso Rueda y al techo de gasto de los Presupuestos. Y hay que tener en cuenta que el 22/23 culmina con las elecciones municipales.
Para Puy, hay margen de maniobra en cuestiones como el sistema de financiación, el plan estratégico y la discapacidad, y nulas esperanzas en los Orzamentos de 2023. Pide que esa «mano tendida» se aplique a «llegar a acuerdos» en «cuestiones que compartimos»; y desliza que estas son más abundantes «de las que se quieren ver o reconocer» por parte de la izquierda gallega. Por lo de pronto, el PSdeG ha comenzado volviendo a pedir gratuidad de los libros de texto; y el BNG; un plan de 1.000 millones de euros para hacer frente a la inflación.
A ojos de Puy, «hay objetivamente margen para llegar a algún acuerdo». Debería ser así en lo tocante al sistema de financiación autonómica, por aquello del camino allanado por los expertos, que considera que pusieron sobre la mesa «muchos puntos de acuerdo»; pero persisten declaraciones, ha dicho, pensando en el BNG pero sin nombrarlos, que le resultan «llamativas» por falta de coherencia, véase el sistema de concierto económico. También cree que deberían alcanzarse acuerdos en torno al plan estratégico, porque no es del PP, sino de «país». Se ha mostrado «seguro» de que se pactará «en algunos casos», y poco confiado en que de forma plena.
Si en la comisión de discapacidad y otras cuestiones sociales espera consensos, situación diametralmente opuesta se da con los Orzamentos del próximo año. «Tampoco es fácil esperar que haya consensos» en este punto, «simplemente una vez que vimos cómo transcurrió el debate del techo de gasto», ha ponderado. «Después de subir más de o que se pedía que se incrementase el gasto por parte de la Xunta, aún así a algunos les pareció escaso».
«Ahí es más complejo», ha abundado. «Si lo quieren ver así, es más natural que las diferencias programáticas y la escenificación de una alternativa se materialice más en materia orzamentaria», ha reconocido.
Críticas al Gobierno
Puy ha incidido en que el acto del sábado en Cerdedo-Cotobade «mostró la ilusión» en el seno del PP y la «voluntad de seguir trabajando» con responsabilidad y optimismo para estar a la «altura» en «circunstancias que cada vez son más complejas»; y que solo se resolverán «desde la moderación» y «garantizando la estabilidad política».
En este sentido, Puy ha defendido que el curso arranca en una situación que si no es «buena» en el contexto global (inflación, crisis energética, guerra en Ucrania), sí lo es, en el caso concreto de Galicia, «desde el punto de vista político», gracias a la «estabilidad y continuidad» propiciadas por una «transición ejemplar» al frente de la Xunta. Con deberes hechos (techo de gasto) y el respaldo del crecimiento del PIB, las exportaciones y el turismo.
Diferente, ha incidido, es la tesitura en lo que atañe a la «necesaria cooperación» del Gobierno central, como denunció Rueda en Cerdedo-Cotobade, en lo relativo a recursos para sanidad y fondos Next Generation («un fiasco grande»). Aún sin la «ayuda» del Gobierno, que decía Rueda, Puy ha trasladado que esperan resolver los problemas que se presenten «desde la moderación, el trabajo y la unidad y estabilidad política que nos da la situación en esta Cámara».
La oposición, a la carga
No obstante, la oposición ha comenzado el curso apretando. El secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso, ha recuperado la vieja reclamación de la gratuidad de los libros de texto en una comparecencia también en O Hórreo. Y ha asegurado que será la «primera medida» que adopte si alcanza la presidencia de la Xunta. Su predecesor en el cargo, Gonzalo Caballero, hizo la misma promesa -entonces, con tintes electorales-, en marzo de 2020. Puy, tras ironizar con que el PSdeG rescate ahora esta idea, que evoca al bipartito y parecía haber abandonado, ha terciado que el actual sistema de ayudas -incluido un fondo solidario de libros- de la Xunta es «más redistributivo»; y que lo que proponen los socialistas es una medida «regresiva», que lo único que consigue es que «paga los libros igual» quien puede permitírselos por renta como los más vulnerables.
Formoso también ha acusado a la Xunta de ver en la educación el ámbito donde «recortar» y «ahorrar lo que después gastamos en conciertos»; «sacrificamos profesorado por artistas» todo el verano, ha insistido, para acusar a la Consellería del ramo de preferir hablar de «fiestas y conciertos del Xacobeo» que del estado del sistema de enseñanza. Puy, de nuevo, ha respondido que «no solo no hay recortes, sino que la situación (...), sea cual sea la variable que cojamos, es mejor de lo que era cuando llegamos al Gobierno», y mejor si se pone en contexto con el resto de autonomías.
En cuanto al BNG, su portavoz, Ana Pontón, ha reunido en la sede del partido en Santiago a la ejecutiva nacional para abordar el arranque del curso; y ha apostado por movilizar 1.000 millones de euros para hacer frente a la inflación. Un plan que presentará a los agentes sociales y llevará al Parlamento ante la «pasividad y la falta de ideas del gobierno del PP».
«Es imperdonable»; ha cargado Pontón, que «la Xunta esté de brazos cruzados, incapaz de llegar a soluciones y con un presidente ausente y sin ideas de futuro». El Bloque ya caldea el arranque del curso.