ENTREVISTA
Julio García Comesaña: «El salario que se ofrece a los nuevos médicos de Primaria no es precario»
El conselleiro de Sanidad vincula las protestas de los colectivos sanitarios al contexto preelectoral y reclama al Ministerio que le deje formar más médicos de familia
Algo ha cambiado en los últimos meses. La anterior entrevista con el conselleiro de Sanidad se produjo mascarilla mediante. Hoy la realidad no habla tanto de la pandemia como de un sistema sanitario en tensión por la compleja situación que atraviesa la Atención Primaria (AP) y, de manera sobrevenida, por la polémica fugaz sobre el aborto en Castilla y León.
¿Entendió usted el 'protocolo fantasma' para evitar abortos que Vox anunció en Castilla y León?
Yo entiendo el protocolo que tenemos en Galicia, que cumple estrictamente la ley, y que llevamos utilizando desde que se aprobó la ley, y que no genera ningún tipo de problema. Con eso tengo suficiente.
¿Una autonomía tiene capacidad para alterar la prestación legalmente reconocida para la interrupción de un embarazo?
En general, está la cartera básica de prestaciones y está la cartera complementaria. Las CC.AA. pueden añadir a lo básico alguna prestación adicional que ofrezca a sus ciudadanos en función de las características de la población. Esa capacidad de hacer propuestas de mejora es muy interesante. En el caso del aborto, ese derecho hay que garantizarlo. En todo caso, se podrán añadir prestaciones para mejorar ese derecho.
Parece que se avecina un arranque de año caliente en la sanidad pública. ¿Teme una huelga de los profesionales sanitarios en las próximas semanas?
Se avecina una carrera política por unas elecciones municipales, que están ahí, y lo que vemos es fruto de esa carrera. Como esto pasa en toda España, Galicia está sometida a la misma situación que en todo el país. Si en todas partes hay huelgas, aquí puede haberlas. Todas las CC.AA. estamos en una situación muy similar. La Atención Primaria, y los médicos especialistas, tienen en esto momentos un porcentaje muy alto de jubilaciones o de permisos justificados, y no tenemos capacidad suficiente para sustituirlos. No hemos sido capaces de habilitar mecanismos para formar a las personas que necesitamos. Galicia defiende que no se marchen los que están, apostamos por prolongar la edad de jubilación más allá de los 65, fuimos la Comunidad que más utilizó la jubilación activa y pedimos que se extienda hasta los 72 años, como los jueces. La parte fundamental, lo más importante es incorporar nuevos profesionales, y eso pasa por convocar más plazas de MIR, un proceso extraordinario a las plazas anuales.
El PSdeG les reprocha que reclaman más plazas MIR, pero este año hay cien vacantes en formación. Algo no cuadra.
La competencia para formar más médicos MIR, el presupuesto y los recursos físicos son de la Comunidad. Pero los criterios de acreditación son del Ministerio. En 2018, todas las CC.AA. –socialistas, populares o nacionalistas– acordamos con el Ministerio revisar los criterios de las plazas MIR de medicina familiar y comunitaria precisamente a la vista del problema que se nos venía por delante. Se llegó a un acuerdo, está escrito. Pero dos meses después hubo la moción de censura y no se ha hecho nada en este periodo por ese tema. En 2009, con el bipartito, solo se ofertaban el 70% de las plazas de familia acreditadas. En 2018 llegamos al 100% de la especialidad. En 2023 Galicia no solo ofrecerá el 100%, sino 65 plazas más, 207 plazas en total. Hay un esfuerzo claro, notorio, el más alto del Estado, para incrementar la formación de especialistas. Y como hemos puesto todo el foco en medicina familiar, hay especialidades -como farmacia hospitalaria- en las que somos excedentarios. Todas las CC.AA. tienen un gap entre plazas acreditadas y ofertadas. Que el PSOE nos venga a dar lecciones de formación de especialistas llama la atención.
¿Puede limitarse el cupo de pacientes que puede ver un médico por jornada? Es una de las demandas de los profesionales sanitarios.
En 2018 constituimos un Consello Técnico de Atención Primaria. Una de las propuestas fue el tema de las agendas de calidad. Están implantadas. Los médicos gallegos tienen un número de huecos razonables para atender en su jornada, 4,5 horas de atención cada día. Cuando en un centro de salud están todos los médicos, esa es la referencia. El problema es si un médico se jubila y no lo podemos sustituir. Las urgencias de ese médico las ve otro compañero. Si en vez de faltar uno faltan dos o tres, la situación se complica. Tenemos un mecanismo para que esos pacientes programados se vean en jornada adicional, y muchos médicos la hacen, retribuida, y agradezco su trabajo, porque son profesionales que ven a pacientes de un compañero. El verano pasado llevamos a la mesa sectorial un acuerdo para mejorar el reconocimiento retributivo de la prolongación de jornada y la intersustitución. Nos encantaría tener médicos de familia suficientes para que esas agendas de calidad que tenemos implantadas y que en muchos centros funcionan, también ocurra en aquellos donde falta algún compañero.
Protocolo antiabortista de Castilla y León
«Yo tengo suficiente con el de Galicia, que cumple estrictamente la ley y no genera ningún tipo de problema»
En ausencia de más médicos, ¿el remedio es pagarles más a los que quedan?
En parte lo estamos haciendo. Cuando un compañero no está, esa agenda se la pagamos a quien la asume.
¿Se entiende así que se haya extendido el plus por trabajar solo en la pública a todos los médicos del sistema, incluidos los que también lo hacen en la privada?
En Atención Primaria todo el mundo cobra el plus de exclusividad porque hay muy pocos casos que trabajen en la pública y la privada, porque en general la privada es pequeña en Galicia. La exclusividad es un complemento reconocido por la ley. Es una forma de agradecer el trabajo a quienes se dedican por completo a la pública. Pero en este contexto creo que debemos ser flexibles con que alguien pueda trabajar en la pública y la privada. Hemos avanzado en el concepto de compatibilidad. El de exclusividad se abordará en algún momento.
Uno de los argumentos que más emplean los sindicatos y colegios médicos es el de la precariedad. ¿Es precario que un médico que se incorpore al sistema gane 51.000 euros anuales? ¿Y 66.000 si se le añaden las guardias?
En los contratos de facultativo especialista de AP o en los de continuidad ofrecíamos 65.000 euros brutos al año con dos guardias incluidas al mes y una plaza fija en propiedad por concurso de méritos. Todo es mejorable, pero precario no nos parece. En otros muchos sectores hay gente bastante más precaria. Es cierto que un médico tiene un proceso de formación tremendamente complejo y hace una apuesta grande por ella, pero precario no es la palabra adecuada. Yo creo que la situación de la AP no es un problema de condiciones laborales –hemos ofrecido plazas en propiedad y ha habido médicos que no se han presentado– ni retributivas –hemos ofrecido para guardias concretas unas cantidades considerables y no encontramos a nadie–. Es un problema de falta de médicos especialistas. Si mañana Galicia consiguiera un número x de médicos de familia no estaríamos hablando de este tema. Lo ha dicho el consejero de Extremadura: esto no se arregla ni con todo el oro del mundo.
¿Ha dejado de ser atractiva la medicina familiar?
Hay médicos que, como no tienen especialidad de urgencias, se van a familiar y comunitaria porque no tienen otra alternativa para formarse de cara a esas urgencias. Es un doble juego. No se puede decir que la gente se va a urgencias porque medicina familiar no es atractiva, cuando no les damos otra alternativa. Podríamos hablar de eso si existieran las dos especialidades y quedaran vacantes en familiar. Dicho esto, hay muchísima gente que coge medicina familiar y comunitaria por vocación.
Usted insiste en la creación de la especialidad de ‘Médico de urgencias’. ¿Siguen sin respuesta del Ministerio?
Los médicos que quieren dedicarse a urgencias tienen que especializarse y hacer un programa formativo específico de urgencias hospitalarias. Como hace todo el mundo occidental, y como hace el Ejército español en sus servicios sanitarios. Llevamos reclamando la especialidad desde hace mucho tiempo. Creemos que la formación va a ser más adecuada. Podríamos tener unidades docentes en los servicios de urgencia, que hoy no hay. Y por otro lado, son médicos que formamos en la especialidad de medicina familiar pero luego se marchan a urgencias. Con el problema que tenemos en médicos de familia, ¿vamos a dejarlos ir? El año pasado, de los 85 médicos que acabaron el MIR en la especialidad de familia, 27 se fueron a urgencias. Si existiera la especialidad de urgencias, esos 27 la habrían cursado y tendríamos otros 27 en medicina familiar. Así no tendríamos problemas en los PAC de Pontevedra, donde tenemos 16 vacantes. Se lo pedimos al Ministerio por activa y por pasiva. Pero ha optado por esperar un decreto que salió y ha magnificado el problema. La conclusión es que llegará mayo, volveremos a no tener especialidad de urgencias, y los médicos que quieran trabajar en ese área ocuparán plazas de medicina familiar porque no les damos otra alternativa.
¿Cuántos médicos de primaria tiene hoy Galicia? ¿Y cuántos necesitaría para usted dijera «estamos bien»?
Galicia es la 2ª Comunidad con mejor ratio de médicos de familia por habitante, según datos del Ministerio. De media, cada médico tiene 1.200 cartillas a su cargo, muy por debajo de la media estatal, que está en 1.550. Tenemos una distribución de médicos adaptada a la población: con el 5,6% de la población tenemos más del 14% de todos los centros de salud de España. No queremos tener más, pero no menos. Trabajamos para que esos médicos que están en esos centros, cuando uno se jubile podamos contratar a otro, o si uno tiene una baja larga, la podamos cubrir. Si tenemos a todos los médicos cubiertos, nuestro modelo es bueno. En cifras, los médicos de AP ordinaria está en el rango de 2.200, se añaden los de PAC, y el total está en 2.500 profesionales. Queremos mantener ese número.
Falta de médicos en Primaria
«No es un problema de condiciones laborales ni retributivas. Es un problema de falta de médicos especialistas»
Hay lista de espera para ver al médico de cabecera, conselleiro.
En Galicia, el 82% de las personas que llaman al centro de salud para pedir cita la obtiene en menos de dos días. Es un número razonable. Es verdad que hay un 18% que no la obtiene en dos días. Son esos cupos cuyo médico está sin cubrir porque se jubiló o está de baja y no tenemos sustitutos. En las áreas de Lugo y Ourense, esa cifra llega al 98%. Es verdad que en algunas áreas esta cifra es peor, como Pontevedra, pero si tuviéramos los 2.200 médicos de familia estaríamos en el rango del 100%
Las urgencias de algunos hospitales han sufrido aglomeraciones en las últimas semanas. La Coruña, Santiago, Pontevedra… ¿Es irremediable?
A nivel de recursos humanos, cada día hay 293 médicos en los servicios de urgencias hospitalarios, a lo que se añaden los médicos del 061 y la red de médicos de los de los PAC. Trabajan en las urgencias hospitalarias cada día 1.400 personas cada día, con una plantilla de 2.400 profesionales. A esos 293 se añaden casi 500 más entre especialistas de presencia física y de guardia localizada. En este contexto, es verdad que hay momentos del año –y especialmente la semana después de Navidad– que aumenta la presión. Creo que en general, en término medio, los servicios de urgencia están en una situación buena. Siempre es posible mejorar.
¿Los PAC se van a reordenar? ¿Reordenar es sinónimo de cerrar?
No está contemplado ni ordenación ni cierre de PAC. Quien defendía cerrar PAC era alguno de los miembros de la Plataforma pola Defensa da Sanidade Pública cuando asesoraba al bipartito.
¿Hay que asumir como inevitable la concentración de servicios sanitarios, como por ejemplo la pediatría, en las cabeceras comarcales?
De alguna manera el modelo que tenemos en Galicia ya las tiene concentradas. Tenemos áreas donde hay varios pediatras, y otras en las que el pediatra va uno o dos días a la semana, o el mismo día a varios sitios. Desafortunadamente cada vez hay menos niños en Galicia, no hay menos niños porque no haya pediatra, es precisamente al revés. Los pediatras siguen a los niños. Hacemos un esfuerzo muy grande porque todos los niños tengan pediatra, pero por si alguna circunstancia no los hay porque el pediatra es más proclive a trabajar en un hospital en vez de en Primaria, lo que hacemos es buscar médicos de familia especializados en pediatría, o en alguna ocasión incluso sin ella. Es lo que hace unos años funcionaba. Nos esforzamos para que todos los niños tengan acceso a la pediatría. Tenemos una reunión próxima con la Sociedad Gallega de Pediatría para hacer esta especialidad de Primaria más atractiva.
Salud mental. Somos uno de los países que más ansiolíticos consume. ¿Hay un problema de enfoque médico de esta problemática?
Tenemos varias cuestiones en salud mental que nos han hecho reflexionar y a elaborar antes de la pandemia un plan específico con 83 millones de euros para contratar a 240 profesionales, de los que llevamos 130 incorporados. No podemos estar orgullosos de lo que hemos hecho en salud mental estos últimos años. Tenemos que mejorar la atención a nuestros pacientes en este ámbito tan crítico.