La Guardia Civil trabaja en la reconstrucción del accidente de autobús de Pontevedra

la investigación de la tragedia

El equipo de expertos recurre a los equipos láser y a drones para recrear el siniestro en el que murieron 7 viajeros

Su trabajo, el tacógrafo y el relato de los supervivientes, claves para constatar el la velocidad del bus y el estado de la vía

Un equipo especialista de la Guardia Civil ya trabaja en el puente de Pedre, lugar del accidente europa press

Jesús Hierro

Santiago

Lo más urgente era rescatar a los supervivientes; luego, recuperar los cadáveres de las víctimas mortales y, en tercer lugar, izar el habitáculo del autobús, que el sábado de Nochebuena se precipitó al río Lérez desde una altura de unos 30 metros cuando circulaba por el término municipal de Cerdedo-Cotobade en dirección a Vigo. Aprovechando una mínima tregua meteorológica, los operarios consiguieron el martes levantar con una grúa el autobús, que se trasladó a la nave que la Monbus tiene en Lourizán (Pontevedra) para su análisis. Y este miércoles, sin tiempo que perder, un equipo de expertos de la Guardia Civil procedente de Madrid, desembarcó en la zona para reconstruir sobre el terreno el peor accidente de autobús en Galicia de las últimas décadas, en el que perdieron la vida siete de sus nueve ocupantes.

Los miembros del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT), que así se llama este grupo de especialistas del Instituto Armado, trabajaron toda la mañana en el lugar de los hechos. Los agentes encargados de la reconstrucción hicieron una inspección de la zona recurriendo a sofisticados equipos láser y a drones para reconstruir el accidente. Emplearon este láser escáner para realizar un estudio tridimensional de la zona. Y los drones, traídos por la Guardia Civil desde Asturias, sobrevolaron el lugar del siniestro para extraer datos que sirvan para obtener una reproducción 3D lo más fidedigna posible del viaducto. También, según explicó a los medios el teniente del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra, Roberto Padro, los agentes hicieron pruebas de frenado con una furgoneta y tomaron muestras del asfalto, que a posteriori les servirá para estudiar las condiciones en las que estaba la carretera y si drenaba de manera correcta después de las lluvias torrenciales de los últimos días. Según constató Europa Press, en el punto exacto de la N-541 en el que el que la noche del sábado el autobús se salió de la vía, había ayer por la mañana una bolsa de agua.

El análisis del autobús

Los agentes del equipo de Reconstrucción dedicaron unas cuatro horas a estas labores, que concluyeron sobre la una y media de la tarde. Tras finalizar estos trabajos, según explicó el teniente del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra, los especialistas estudiarán en la nave de Lourizán los restos del autobús para ver qué tipo de información pueden extraer sobre las causas del accidente. En este sentido, el análisis tanto de la carrocería como del ABS y del GPS podría ofrecer datos sobre cómo se produjo la salida de vía. Y, especialmente, la evaluación de los datos del tacógrafo, que desvelará a qué velocidad circulaba el chófer cuando se produjo el siniestro.

A todo este carrusel de investigaciones técnicas, habrá que sumar en los próximos días las tomas de declaración a los dos únicos supervivientes del accidente de Cerdedo-Cotobade: la del conductor, que ya había sido dado de alta poco después de ingresar tras el siniestro en el Hospital Clínico Universitario de Compostela; y una de las viajeras, vecina de la localidad pontevedresa de Ponteareas.

Esta mujer, que inicialmente había sido trasladada al Hospital Montecelo de Pontevedra, donde ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), fue derivada el martes a un centro del área de Vigo, a la que pertenece la paciente. Todo ello después de una mejoría que ya le había permitido subir a planta a una habitación convencional y dejar la unidad de cuidados intensivos, donde había permanecido durante las primeras horas, con hipotermia y varias fracturas. Sus comparecencias ante la Guardia Civil está previsto que se celebren entre este jueves y el viernes.

Los investigadores esperan que la conjunción de todos estos elementos sirva para hacer una fotografía lo más precisa posible sobre las circunstancias del accidente. Sobre las causa del descarrilamiento, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, no tiene dudas que ha tenido mucho que ver las malas condiciones meteorológicas de esa noche y también de toda la semana previa.

Funeral por las víctimas

Al margen de todas estas cuestiones relacionadas por la investigación, continúan los homenajes a los siete viajeros que se dejaron la vida después de subirse al autobús de línea regular que conecta la ciudad de Lugo con Vigo. Así, el obispo de Lugo, monseñor Alfonso Carrasco, presidirá este viernes, día 30, en Lalín (Pontevedra), un funeral por los fallecidos.

La celebración litúrgica tendrá lugar en la iglesia parroquial de As Dores y está previsto que comience a las siete de la tarde, según recogió Ep. Tres de los siete fallecidos en este siniestro tenían vínculos con la localidad de Lalín, que decretó tres días de luto oficial tras el accidente. En concreto, una de las fallecidas, una mujer natural de Lugo, residía en esta localidad, capital de la comarca del Deza, mientras que otros dos, madre e hijo, eran originarios del cercano municipio de Agolada, pero vivían en Lalín.

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