Crisis de gobierno en Santiago a seis meses de las municipales
El edil socialista Javier Fernández dimite y se pasa al grupo de no adscritos después de que el alcalde le retirase las competencias en Centros Sociales
A seis meses de las elecciones municipales, el gobierno socialista en el Ayuntamiento de Santiago entra en crisis. El Ejecutivo de Xosé Sánchez Bugallo pierde a uno de sus concejales, Javier Fernández, que ha dimitido y solicitado su incorporación al grupo de no adscritos, hasta el momento sin ningún integrante. El PSOE local ya le reclama el acta ante su «falta de lealtad» y el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo lo acusa también de no ser "leal a los vecinos".
Los hechos se precipitaron el pasado lunes. A primera hora de la mañana el Diario Oficial de la Provincia (BOP) publicaba su cese como concejal de Centros Socioculturales -seguiría como responsable de Barrios y Obras- Posteriormente, el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, comunicaba en rueda de prensa esta decisión. El alcalde insistía en que este movimiento no tenía nada que ver con las protestas de los empleados de los centros hacia Javier Fernández por las condiciones de trabajo, sino que se buscaba «reforzar y mejorar al máximo posible» el área de Obras, informó Ep. Mercedes Rosón pasaría a encargarse de la competencia arrebatada a Fernández.
Pero lo que parecía una simple reorganización acabó como crisis de gobierno. Tras la decisión del alcalde, Fernández comunicaba su dimisión y su intención de entrar en el grupo de no adscritos. Esta mañana convocó a los medios a una rueda de prensa, pero no desveló los motivos de su salida del ejecutivo. Señaló que renuncia a formar parte del gobierno local y se da de baja del partido municipal socialista. Destacó que entró en la política «como independiente" en el PSOE y ahora seguirá «como independiente en el grupo no adscrito».
La versión del concejal dimitido y la del alcalde difieren. En la rueda de prensa, Fernández aseguró que ya había advertido a Bugallo que «si le quitaba competencias se retiraba», mientras que el regidor -que compareció poco después de urgencia- lo negó. Bugallo explicó que en septiembre le había trasladado al concejal su decisión de apartarlo de la gestión de los centros socioculturales y él le pidió tiempo. Fernández "en ningún caso dijo que iba a dimitir", apuntó el alcalde, según recoge Ep.
El malestar en el PSOE compostelano se dejó ya ver en un comunicado remitido a los medios el lunes. En él le pedían a Fernández que entregase el acta porque continuar en el Concello «constituye una falta de lealtad con los principios» con los que concurrió en la lista de las elecciones municipales de 2019, apuntaban. En la misma línea, Bugallo insistió este martes en que el comportamiento de Fernández era una falta de lealtad "con el grupo del que forma parte, con la candidatura en la que fue elegido y con los propios vecinos".
Tras la salida de Fernández, el gobierno de Santiago pasará a tener 9 miembros. Gonzalo Muíños será el nuevo responsable de Obras y cede a Sindo Guinarte las competencias de Relaciones Vecinales, así como la delegación civil y la extinción de incendios. El PSOE local recuerda que la marcha del concejal al grupo de no adscritos no tendrá impacto a la hora de configurar mayorías en los plenos.
Pero para la oposición la dimisión del concejal evidencia la división existente dentro del gobierno local. El candidato del PP a la alcaldía, Borja Verea, habla de gobierno en descomposición y afirma que no le extrañaría que se produjesen más salidas. "Un alcalde sin proyecto que se atreve a mentir", escribió en Twitter la portavoz del BNG, Goretti Sanmartín, en referencia a que Bugallo anunció la retirada de competencias como un pequeño ajuste. Las versiones del alcalde también fueron censuradas en la misma red social, por María Rozas de Compostela Aberta, que se preguntaba ¿Quién cree a Bugallo?.