juicio en la coruña
El Chicle se defiende: «Hay gente que ha mentido», dice sobre la presunta violación a su excuñada
15 años por agresión sexual
Finaliza el juicio por la denuncia de la hermana de la exmujer de Abuín, que lo acusa de haberla violado a punta de cuchillo en 2005, cuando aún era menor de edad

Última sesión del juicio por la presunta violación de la excuñada del Chicle cuando era menor de edad, en la Audiencia de La Coruña. El acusado, José Enrique Abuín Gey, no dejó escapar su derecho a la última palabra para defender su inocencia y criticar que mucha de la gente que estos días había pasado por el plenario «ha mentido». «Se puede demostrar que hay gente que ha mentido. Que mi cuñada mantuvo relación conmigo tras denunciarme» manifestó el procesado ante el tribunal. Para argumentar su intervención, Abuín invitó al tribunal a «mirar ciertas redes sociales» para constatar que él y la denunciante mantuvieron una relación cercana tras la supuesta agresión. «Hay imágenes de fiesta, cenas», indicó en referencia a su cuñada. También aludió a «móviles» y a mensajes de ésta «que nos enviaba para citarnos a cumpleaños de ella en su piso». En la misma línea, Abuín aseguró que es «mentira» que perteneciese a un clan de la droga, después de que un agente de la Guardia Civil constatase que lo conocían por dedicarse al tráfico de sustancias a pequeña escala en la comarca.
Minutos antes de la intervención del Chicle, su defensa había criticado que la acusación sobre su cliente se basa en «especulaciones». «Quién acredita que había un arma», citó la letrada, entre otros ejemplos, en la lectura de sus conclusiones en el juicio por la supuesta agresión sexual a la joven en 2005. La sombra del crimen de Diana Quer, con su padre presente en la sala los tres días de juicio, sobrevoló en todo momento la acusación a la que ahora se enfrenta Abuín, que pidió ser juzgado por su nombre y no por su alias. Y a ese lastre se refirió también su abogada, que se preguntó «dónde está la presunción de inocencia de mi cliente ante un relato que no queda claro». «Qué prueba objetiva hay... el caso se reabre por referencia al caso de Diana Quer y con pruebas totalmente nuevas», lamentó sobre esta causa.
Dos cabellos en el reposacabezas
Entrando en detalle de los hechos juzgados y revisando la declaración de la presunta víctima del Chicle, la abogada de Abuín afirmó que «ella no intenta abrir el coche», y que llama la atención que «con un cuchillo de 20 centímetros no hay un pinchazo mínimo cuando el mismo día de los hechos va al centro de salud y al hospital». También cuestionó que se den por válidas las horas dadas por la víctima para situar los hechos presuntamente cometidos y no los de su cliente, y llegó a señalar que en el coche de Abuín no se localizó ningún arma, ni preservativos.
Las palabras de la defensa de Abuín contrastan con la declaración que la mujer ofreció en una sala anexa para no encontrarse con su excuñado, desde la que detalló cómo la llevó en coche hasta un paraje apartado, la obligó a desnudarse y a ponerse un camisón que llevaba en la guantera, y la forzó a punta de cuchillo. Después, explicó la denunciante, la dejó en la puerta del instituto bajo la amenaza de que mataría a su familia si lo contaba. Un relato con paralelismos incontestables con el caso de Diana Quer y con el de la joven de Boiro a la que intentó agredir en las Navidades de 2017.
El Chicle negó durante su interrogatorio los hechos y se justificó explicando que si bien esa mañana había telefoneado a su excuñada, no habían llegado a verse. También trató de probar una coartada usando un desplazamiento a una entidad bancaria del pueblo en el que vivía sobre el que los testigos citados no pudieron arrojar luz debido al tiempo transcurrido, más de 17 años. Lo que sí quedó claro en palabra de los agentes que hicieron la inspección del coche del sospechoso tras la denuncia fue que el vehículo estaba «especialmente limpio» y que en el reposacabezas del copiloto encontraron dos pelos largos. El juicio quedó visto para sentencia.