Bugallo expresa «tranquilidad» por el panorama compostelano tras su marcha como alcalde
«Es la ciudad gallega que más creció en estos últimos años», afirma, y señala que el gobierno entrante dispondrá de 40 millones de euros de fondos europeos para acometer obras públicas
Arquitectura y modernidad: una ruta por Santiago
Xosé Sánchez Bugallo ha asegurado que siente «tranquilidad» al dejar la alcaldía de la capital gallega. Santiago se posiciona, ha dicho su regidor en funciones, como la ciudad gallega que «más creció» en los últimos años, y su Concello queda en una «posición saneada», con 40 millones de euros de fondos europeos disponibles para que la corporación entrante acometa nuevas actuaciones.
Así lo ha declarado en un desayuno que ha mantenido en compañía de medios de comunicación locales, en el que ha hecho un balance del escenario que deberá afrontar la capital gallega y se ha despedido de los periodistas con motivo de su marcha del Consistorio, del que no formará parte una vez se constituya una nueva corporación, este sábado, tras perder la Alcaldía los socialistas el pasado 28 de mayo.
Santiago es, ha expuesto Bugallo, «la ciudad gallega que más creció en estos últimos años», y ha desgranado: además de ser la urbe «con la renta per cápita más elevada» de la Comunidad, también es «la que generó más empleo» a la vez que ha mantenido «el menor» nivel de paro. Una inercia a la que, ha destacado el alcalde en funciones, acompañan 40 millones de euros para proyectos públicos: 20 provenientes de fondos europeos y otros 20 de fondos propios, a destinar en «obras y actuaciones en la ciudad». «Es un escenario bastante razonable para dejar la Alcaldía», ha valorado, después de garantizar su voluntad de colaboración y su «disposición absoluta» para facilitar el traspaso de poderes al nuevo gobierno local.
Con todo, Bugallo ha evitado aportar valoraciones sobre la situación que atañe al presente de su grupo municipal y al futuro próximo de la Alcaldía compostelana al considerar que «no le corresponde», vista su decisión de no entrar en la próxima corporación y que en «dos días», el sábado, verá finalizada su última alcaldía en la ciudad. Esa fecha marcará una nueva etapa para él tras su reciente postulación al Senado, un anuncio también de que su vida política no finalizará cuando entregue el bastón de mando de Santiago. Con todo, preguntado sobre si el POSE podría entrar en un futuro en el gobierno local, ha expresado que no se atreve a «asegurar nada» porque «las cosas cambian muy rápidamente». «El futuro se escribe día a día», ha apostillado.
"Sembrar y recoger"
Respecto a la gobernabilidad del Consistorio en un contexto de gobierno en minoría de BNG y Compostela, con ocho concejales, al no entrar los socialistas a gobernar, el regidor el funciones ha tildado el panorama de «complicado», recordando, eso sí, que él gobernó también en minoría, con diez concejales. «Todo es posible», ha concluido, aunque el nuevo mandato «necesitará buscar pactos para temas urbanísticos y desbloquear cuestiones como el concurso del agua», dar luz verde a «presupuestos y aprobar ordenanzas fiscales», ha considerado Bugallo.
«Los dos primeros» años de su gobierno estuvieron «muy condicionados por la pandemia», ha recordado después, con lo que se quebró la que habría sido su «estrategia habitual». Esta, ha abundado, pasa por «sembrar dos años» y «recoger» la cosecha los dos siguientes. En este último par de periodos, ha añadido, ha podido «sembrar» siendo alcalde, pero será el nuevo gobierno, que dispondrá de «estos millones [de euros] para obras y actuaciones», quien recolectará el grano.
Finalmente, Bugallo ha considerado un «elemento importante» en la gestión local que las propuestas que se gesten requerirán «la abstención del Partido Popular o el voto favorable del PSOE», recordando a renglón seguido que en el caso de su gobierno el requisito sólo pasaba por la abstención del PP o de Compostela Aberta. Con todo, ha pronosticado que el Partido Socialista actuará con una «altura de miras» con la que, ha dicho, el propio grupo no pudo contar en sus últimos dos años de gobierno en Santiago.