José Luis Jiménez - PAZGUATO Y FINO
And the winner is....
Mareas cerca o lejos, este el resumen de las primarias
El PSdeG se juega hoy los cuartos en unas primarias que de manera superficial pueden leerse como un pulso entre la vieja dirección de Besteiro y su aliado de Ferraz frente a su legión de críticos, pero que a efectos prácticos dirimen qué código de conducta tendrán los socialistas con sus nuevos vecinos de la izquierda rupturista. Es lo único realmente qué diferencia a Méndez Romeu de Leiceaga, aparentemente. El primero mantiene que el PSOE no puede perder su dignidad entregándole gobiernos a quien no sabe gobernar por simple oposición al PP. Como declaración de intenciones suena bien, incluso sensato, pero necesitaría mayor desarrollo para aclarar casos como Ferrol, donde los socialistas son comparsa en el desgobierno de Jorge Suárez. Pero claro. Sestayo apoya a Méndez, y eso obliga a matizar mucho el discurso.
Leiceaga, quizás por su pasado nacionalista, es más proclive a convivir en la disensión y la discrepancia constantes. Mucho negociar, mucho dialogar, mucho entendimiento. Mucho perder el tiempo mientras los problemas reales de la gente quedan sin solucionar. Esta alegoría de la política del pacto es un mantra que los emergentes han instalado en la opinión pública para maquillar las debilidades de los gobiernos en minoría y las coaliciones inestables. Prometen aquello que no saben hacer.
Mareas cerca o lejos, ese es el resumen de unas primarias donde por lo demás no se ha visto un proyecto real y alternativo para Galicia salvo las apelaciones a lo malo que es el gobierno de Feijóo y lo bien que lo haría el PSOE, sumado a promesas de incontable gasto social para rescatar a todo individuo que lo necesitara, o lo que es lo mismo, más impuestos para engordar el Estado del Bienestar. Barra libre al gasto sin control.
Esto es lo que elige hoy el PSdeG, cuyo resultado igual no coincide con lo que se comunique oficialmente, porque estando Pilar Cancela al frente del negociado (cuya neutralidad ha quedado groseramente comprometida en este proceso) todo puede pasar. La presidenta de la gestora y la verdad mantienen riñas irresolubles. Por cierto, Cancela y su antecesor harían bien en hacérselo mirar si finalmente ganan sus críticos. Diría mucho del grado de apoyo interno con el que contaban en los pasados días de vino y rosas.