Vuelve la «calidade» a Galicia

No ha sido fácil la última década para el aficionado al fútbol gallego . Un manto de nostalgia se había instalado sobre su cabeza y las pocas alegrías que le daba el deporte rey pasaban por echar la vista atrás y recordar con un aire triste los tiempos en los que hasta tres equipos de su Comunidad competían en la elite española. Dos de ellos, el Deportivo de La Coruña y el Celta de Vigo se habían convertido en asiduos a las competiciones europeas y a la disputa por los títulos. Incluso el tercero en discordia, el Compostela, peleó en 1995 por ser campeón de invierno.

Pero la burbuja se pinchó. Todos habían crecido en base a una gestión irresponsable y a un endeudamiento desmesurado que los llevó a coquetear más o menos en serio con la desaparición. Y tras años de travesía en el desierto, el chovinista futbolero hoy vuelve a pasear con la cabeza erguida y a disfrutar el presente. En el horizonte más cercano se vislumbra el final de la primera vuelta y los dos grandes del noroeste se encuentran en competiciones europeas y con el sueño de reverdecer laureles de una época que ya se creía irrecuperable.

Especialmente satisfecho se siente en estos días el respetable vigués, que ha visto en lo que va de campaña a su equipo tutear y doblegar a los grandes desplegando el juego más vistoso que se ha practicado en el verde español, lo que le ha valido para instalarse desde el principio en los puestos que dan derecho a jugar Champions League . Si bien es cierto que en las últimas fechas los pupilos de Eduardo Berizzo han perdido por momentos brillantez, los resultados siguen acompañando gracias a un tridente ofensivo conformado por Iago Aspas, Orellana y Nolito que acostumbra a pasar su rodillo sobre los rivales. Convertidos, incluso para sus vecinos del norte, en un ejemplo de gestión económica y deportiva, el Celta buscará este año dar el salto definitivo de calidad que le permita disputar competición europea.

Un caso aparte es de los coruñeses . Después de encadenar cambios de categoría y hacer de equipo «ascensor» durante un lustro, parece haberse roto la tendencia con la salvación in extremis en el Camp Nou la pasada temporada. A la estabilidad económica e institucional que le está dando la llegada de Tino Fernández a la presidencia le hacía falta continuidad en el plano deportivo. La llegada de un entrenador joven y con capacidad para comulgar con la afición ha sido el acicate definitivo. Víctor Sánchez del Amo es una de las leyendas del mejor Deportivo de la historia, y ha conseguido crear por primera vez en años un equipo competitivo y con una idea de fútbol reconocible para el asiduo a Riazor.

Fundamentados en el trabajo defensivo y la velocidad a la contra, el conjunto blanquiazul ha conseguido estar entre los más goleadores y los menos goleados de la categoría con mención especial a dos figuras que se han convertido en capitales en el once. El centrocampista Pedro Mosquera y el delantero Lucas Pérez , dos coruñeses que sin haber por la cantera deportivista ya son líderes en el césped e ídolos en la grada . Con todo, en el club se ha instalado el mantra de la humildad y sigue proyectándose como objetivo conseguir la permanencia lo antes posible, y después ya podrán permitirse soñar.

Mirando hacia divisiones más bajas, el panorama también es esperanzador para algunos de los representantes gallegos. El que hoy es tercer equipo de la Comunidad , el C. D. Lugo, ha consolidado su proyecto en la Liga Adelante. Apostando por el juego de posesión desde que aterrizaron en la categoría de plata, miran de refilón y sueñan con los puestos de play off de ascenso . Por su parte, otros dos clubes históricos, el Racing de Ferrol y el Pontevedra, pugnan en la zona alta de segunda B por acompañar a los lucenses y seguir demostrando que a Galicia todavía le queda «calidade».