RUPTURA EN EL RUPTURISMO
Villares y sus afines asistirán pero «no van a participar» en el Pleno
A la espera de que se haga efectiva la escisión, se retira la pregunta prevista a Feijóo
La escena tiene tintes kafkianos: Luís Villares y sus fieles -Paula Vázquez Verao, Davide Rodríguez y Pancho Casal- acudirán hoy al pleno del Parlamento, pero la suya será una presencia diluida; fuentes del grupo parlamentario indicaron a ABC que «no van a participar», bien defendiendo una PNL o, en el caso del propio Villares, efectuando la pregunta que estaba prevista al presidente de la Xunta, y que figuraba a nombre del juez en excedencia. El motivo: por una cuestión de plazos, la ruptura del rupturismo no se puede hacer efectiva aún.
El divorcio en el grupo parlamentario de En Marea es un hecho consumado desde la semana pasada, tras un goteo de polémicas en el que la elección del nombre del senador que correspondía a los rupturistas acabó de romper una cuerda que ya no podía seguir tensándose. Sin embargo, una cosa son los tiempos de la política y otra los de la Cámara. Ayer la Mesa admitió a trámite la solicitud de Villares y sus afines de pasarse al Grupo Mixto. A efectos prácticos, en el pleno de hoy todo seguirá como estaba , pues los cambios no se harán efectivos hasta que aparezcan publicados en el Boletín del Parlamento; desde En Marea cifraban que se produciría previsiblemente este jueves.
Las citadas fuentes consideran que, ante este panorama, la solución que tiene «más sentido» es la adoptada por Villares y los suyos , dado que una parte del todavía grupo parlamentario de En Marea, los diez «críticos» que continuarán por su cuenta, bajo una denominación todavía por esclarecer, no se habrían sentido representados.
Se antoja improbable que este subterfugio no impida que se vivan momentos incómodos en una jornada de por sí singular en la cámara, con una primera sesión plenaria específica para designar a los tres senadores que representarán a Galicia en la Cámara Alta . Elena Muñoz y Jesús Vázquez por el PP y José Manuel Sande a iniciativa de los críticos de la izquierda rupturista, que doblaron la mano a Villares y propiciaron que claudicara.
«Genera problemas»
El portavoz del PP en la Cámara, Pedro Puy, se anticipó en la mañana de ayer al señalar que la disgregación del grupo de En Marea «no es una buena noticia», en tanto «genera problemas de funcionamiento» . Puy ironizó con que el «espacio rupturista» haya decidido «hacer honor a su nombre», pero a partir de ahí, ninguna broma. Todo lo que se pactó al principio de la legislatura, recordó, se ve ahora trastocado: tanto los «tiempos» como los «espacios físicos», desde la duración de las intervenciones a la iniciativas que presenta cada grupo. En este sentido, recordó que el grupo popular fue «especialmente generoso» con el resto, dado que no optó por imponer el «peso proporcional» que le habría conferido su mayoría.
Para el portavoz popular, no hay otra prioridad, llegados a este punto sin retorno, una vez consumado el divorcio en el rupturismo, que conseguir que «ningún grupo se sienta perjudicado» ante la inevitable «distorsión» que se divisa en el horizonte parlamentario, empresa harto complicada. En cualquier caso, si bien equivale a «ponerse la venda antes de la herida», Puy hizo un llamamiento para que «no se haga responsables» de las disfunciones que genere la ruptura en el seno de En Marea a aquellos grupos que «nada tienen que ver» con la escisión.
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