Vigo
Un retorno al naval cada vez más complicado para Vulcano
Vicalsa quiere hacerse con la factoría y la concesión de los terrenos, pero el Puerto ha paralizado el proceso concursal
El naval vigués se resiste a perder a uno de sus busques insignia. Los centenarios astilleros Vulcano , que entraban este verano en proceso de liquidación, quieren ser aprovechados por una empresa auxiliar del sector, Vicalsa. Pero la posibilidad de que la construcción de barcos vuelva al barrio obrero de Teis se ha enrevesado . Durante el concurso, el juez ha decidido liquidar la sociedad y el Puerto de Vigo, tras consultar a la Abogacía del Estado, entiende que una parte de los terrenos que usaba la factoría en régimen de concesión han vuelto ya al dominio público. Vicalsa no podría directamente quedárselos.
«Para la ría de Vigo que desaparezcan unas instalaciones como las de Vulcano sería una pérdida lamentable », considera Pablo Benavides, apoderado de Vicalsa. La empresa viguesa, que echó a andar en 1973, factura actualmente entre 15 y 20 millones de euros anuales. Durante sus 40 años de actividad se ha dedicado fundamentalmente a las reparaciones navales, pero cuentan también con un pequeño astillero en Galicia que construye embarcaciones de recreo de metal. En Nueva Zelanda, poseen otra factoría naval de la que botan ferris, remolcadores o barcazas de entre 30 y 50 metros de eslora. Benavides explica que las instalaciones de Vulcano se adaptan a sus necesidades y no descarta que en el medio-largo plazo pudiesen emplearlas para volver a construir barcos. Según los cálculos de Vicalsa, sería necesaria una inversión inicial de 10,5 millones de euros. En esta cantidad se incluiría tanto la compra de los activos de Vulcano que saldrán a subasta en el concurso como el dinero necesario para actualizar un astillero, que en los últimos años no ha sido renovado.
Sus intenciones se han encontrado con un importante escollo. Una parte importante de Vulcano se asienta sobre terrenos del dominio público portuario . La concesión que disfrutaban los antiguos propietarios del astillero vigués caducaba en 2027. «Es un periodo de tiempo corto. Si sale a concurso y la pierdes no tiene sentido realizar la inversión», indica Benavides. Vicalsa querría garantías de que se les iba a prorrogar por más tiempo el uso de estos terrenos, pero la Autoridad Portuaria lo ve complicado. El Puerto entiende, además, que actualmente el suelo ya es suyo.. «En el proceso de liquidación se ha decidido disolver la sociedad por lo que automáticamente la concesión queda extinguida», explica Enrique López Veiga, presidente de la autoridad portuaria de Vigo. Para asegurarse de que interpretaba bien la legislación, López Veiga asegura que consultó a la Abogacía del Estado. Y ahora el tema se ha remitido al Consejo de Estado. Tras el recurso del Puerto, el juzgado que lleva la liquidación de Vulcano ha paralizado el proceso. Esperará unos meses al informe del Consejo de Estado. «Por el momento no podemos presentar la oferta», explica el apoderado de Vicalsa.
Tanto los sindicatos como la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) han pedido en las últimas semanas al Puerto que facilite que las instalaciones de Vulcano se destinen en el futuro a la construcción naval. «Sería imperdonable para Vigo y Galicia» que se les diese otro uso, recalca Asime. «Si la oferta de Vicalsa es viable hay que sacarla para adelante y recuperar al conjunto del sector naval de Vigo», apunta también Rubén Pérez, secretario de UGT en la ciudad. Pero López Veiga insiste en que no depende de él. « No está en mi mano», subraya el presidente de la Autoridad Portuaria . Si el Consejo de Estado declara finalmente que la concesión de Vulcano está extinguida, asegura, el Puerto tendría que sacar un nuevo concurso para adjudicarla. Ahí otras empresas no vinculadas al naval podrían presentarse y si aparece una mejor oferta, las instalaciones de Vulcano podrían desmantelarse, venderse la maquinaria, liberar la zona y destinarse el suelo a otros usos portuarios, como los contenedores de mercancías. Aunque no da más datos, López Veiga asegura que además de Vicalsa, al menos otra empresa ha mostrado interés por el emplazamiento.
Terrenos anexos
Para complicar aún más el escenario, el Puerto ha mostrado ya su interés por comprar los terrenos privados del astillero anexos al suelo público. López Veiga asegura que trata de impedir que en la zona se asienten otras actividades diferentes al naval o al uso portuario, como podrían ser los supermercados. Las últimas decisiones de la Autoridad Portuaria han causado cierto malestar entre los sindicatos y la patronal del metal. «Nosotros le pedimos a López Veiga que posponga la decisión de autorizar la compra de los terrenos privados sin analizar antes el proyecto de Vicalsa», indica Rubén Pérez , de UGT. «Se deben facilitar los proyectos navales», no impedirlos, recalca Asime. Pero el presidente de la Autoridad Portuaria insiste en que él debe cumplir la ley. «Si aparece un proyecto importante es bueno que esos terrenos estén en manos del Puerto y se pueda otorgar una concesión por unos 50 años», defiende.
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