Turismo
El verano gallego ya toca la normalidad en un agosto con altas tasas de ocupación
El buen tiempo ha hecho crecer las reservas con respecto a julio, y mantener o mejorar con respecto a 2020, en todos los hoteles encuestados
Los aforos y el pasaporte Covid en interiores es lo que más ha fastidiado a los turistas, especialmente familias grandes con hijos
Los enclaves más turísticos están consiguiendo, al fin, hacer su agosto. Las buenas temperaturas de la comunidad ha ayudado a que la ocupación en muchos recintos hoteleros llegue al 100% tras un julio mejorable.
Todos los establecimientos entrevistados reconocen aumentar o mantener los datos con respecto a 2020. «Este año hay más reservas que el año pasado, que parecía que la gente tenía miedo a salir », cuenta el recepcionista de un cámping en Cangas.
« Julio ha sido algo flojo , estábamos al 16% », dice la regente del Hotel Minso, en Sanxenxo. «Pero agosto mucho mejor». En el cámping de Santa Tecla coinciden. El buen tiempo atrae a los turistas y las parcelas empiezan ahora a llenarse, pero en julio la ocupación no superaba el 50%.
Este mes, según la hotelería encuestada, ha supuesto una inyección de afluencia turística que los acerca a cifras cercanas a la normalidad prepandémica . «En agosto está lleno», comenta una trabajadora del Hotel Avenida (La Coruña), y añade que el establecimiento se mueve en torno a un «80-85%» de ocupación , llegando a cubrir «varias veces el 100%» en lo que va de verano. Lo mismo sucede en Lugo, donde la Asociación de Hosteleros habla de un «despegue» de «O Piornedo, Ancares, O Courel , la montaña en general», con más del 90 por ciento de ocupación. Eso sí, tanto los lucenses como los cangueses coinciden en que la demanda de este año es « muy de llegar sin reservas previas ».
En Santiago, parece que el cartel de ‘no hay habitaciones’ no es tan fácil de colgar. Según los datos de la Asociación Hostelería de Compostela, durante este San Roque se ha conseguido un 66% de ocupación media , por encima del 60% del mes de julio, pero sin llegar a las previsiones de agosto, del 69%. Por tanto, el curso estival transcurre «dentro de lo malo, con cierta normalidad» . Porque, cabe destacar, el sector va « bien julio y agosto, pero antes no », sentencia el recepcionista del Hotel Lois, también en La Coruña. «Y mejoró la amplitud de fechas», según cuenta Sergio Picallo, del hotel A Marina, en Cee. Explica que el año pasado, los hoteles conseguían buena ocupación «solo en fechas puntuales». Los datos lo corroboran: la ocupación de agosto de 2020 era de un 26% de media en hoteles, y un 21% en pensiones.
Precios al alza
«En 2020 los precios cayeron. Este año empezó con precios a la baja, pero la demanda ha sido altísima», relata el hotelero de Cee, y el coste las habitaciones aumentó «incluso más que antes del coronavirus». En un hotel del centro vigués, las tarifas han subido con respecto al año pasado , y pese a ello rondan el 90% de ocupación. «Es la ley de oferta y demanda», aseguran.
El perfil de cliente ha cambiado un poco: «Las familias vienen con hijos ya mayores, con adolesentes de 16-18 años ». Familias residentes en España, por lo general. «Quizás lo que menos estamos teniendo son extranjeros, y lo que más, familias españolas medias», apuntan desde un hotel coruñés. « Ya no atendemos grandes grupos , solo parejas o familias, convivientes, en todo caso», apunta Picallo.
Restricciones y ayudas
En cuanto a las restricciones, las que más afectaron a los turistas, especialmente a estas familias, fueron los aforos , el cierre temprano de la hostelería y sobre todo, el pasaporte Covid en bares y restaurantes. «Muchos, como no podían comer dentro y hacía mal tiempo, se quedaban en los servicios del hotel», cuenta la regente viguesa. «Las familias grades, de más de seis personas , estaban muy fastidiadas por los aforos», cuentan desde el Parador de Baiona.
Las decisiones políticas no solo influyeron para mal. Para el hotel A Marina, «sobre un 5 o un 10% de los clientes» han llegado con Bono Turístico 'Quedamos en Galicia'. Según la trabajadora Luz Figueiroa, al Parador de Baiona han llegado multitud de turistas con ellos bajo el brazo. El Parador es un caso peculiar, ya que el 100% de ocupación es una realidad inamovible desde antes del Covid . Lo que sí les sorprede es que este año, aún entre contagios confinamientos, no han tenido ninguna cancelación.
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