CASO JULEN
Un vecino de Lugo tapia todos los pozos peligrosos para evitar caídas de niños
El hombre ha cubierto con cemento la entrada de tres de los seis pozos localizados en este municipio
El rescate de Julen en directo
La tragedia de Julen, el pequeño que el pasado 13 de enero cayó en un pozo de 100 metros de profundidad en Málaga , ha rebasado fronteras. Al otro extremo del país, en el barrio lucense de Abella, un vecino se ha puesto manos a la obra para tapiar todos los pozos abiertos que conoce y que suponen un peligro para los niños del lugar. Sin ayuda y armado con cemento y una pala, el hombre ha ido agujero por agujero para evitar que el drama de Julen se repita de nuevo. La decisión de este vecino responde a la preocupación del resto de los habitantes del barrio ante la presencia de hasta seis pozos en una parcela que es frecuentada por padres y niños que pasean por ella con sus animales y que, advierten, no está bien iluminada .
Segú explicó el hombre, recoge El Progreso de Lugo, los pozos tienen una boca de unos 60 centímetros de diámetro y una profundidad de un metro y medio. Se idearon para el saneamiento de la zona hace aproximadamente una década, cuando estaba previsto urbanizar un lugar que finalmente ha quedado descampado. Conscientes del riesgo que asumen, desde el ayuntamiento, por su parte, también han sellado otras tres arquetas con una gran piedra y una valla.
Precisamente, la cobertura utilizada fue criticada por algunos vecinos e incluso por los grupos de la oposición, que calificaron de «chapuza» el cierre de los pozos y reclamaron que se sellen de forma permanente porque «estos pozos están cerca de un sendero peatonal carente de alumbrado». «Hablamos de pozos que tienen casi un metro de ancho y el triple de fondo, por lo que exigimos que se cierren definitivamente . Una piedra no es la solución» solicitó una concejal de la oposición con el drama del accidente de Totalán presente.