José Luis Jiménez - Pazguato y Fino
El valor de la palabra
Para el PSOE era más importante coser la herida sangrante en el liderazdo de Besteiro que ser leal con los suyos
Si así pagan los socialistas la fidelidad y confianza de sus cargos, no quisiera preguntarme cómo se las pueden gastar con el votante. Manuel Martínez confesó ayer a ABC que Besteiro lo ha vuelto a traicionar. Lo hizo en junio, cuando recabó el apoyo de sus compañeros alcaldes para ser presidente de la Diputación y el chantaje nacionalista le privó de ese honor. Y lo ha vuelto a hacer ahora, cuando para reconsiderar su respaldo a una moción de censura que devolviera al PSOE el ente provincial le garantizaron que estaría en el gobierno como diputado de obras, servicios y parque móvil. El valor de la palabra de Besteiro queda en entredicho.
Para la dirección del PSdeG era más importante recuperar la Diputación a toda costa para coser la herida sangrante en el liderazgo de Besteiro que ser leal con los suyos. Martínez era un cadáver político desde que propició la presidencia de Elena Candia al votarse a sí mismo. Y tras suscribir la moción de censura que benefició a Darío Campos, su capacidad de infringir daño es limitada: no puede firmar otra moción semejante en esta legislatura, por lo que el PSOE tiene garantizada la Diputación salvo cataclismo imprevisible.
Otra cosa es la imagen que se da, la de ese PSOE que traga con los chantajes del Bloque, organización cuya coherencia queda también en paños menores: no le vale Martínez como miembro de la junta de gobierno por estar imputado pero sí el alcalde de Pol, en idéntica situación. Imagínense este sainete en una Xunta bipartita.
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