La última polémica de la jueza 'tarotista': bailó como «stripper» durante su destino en Canarias

El CGPJ le abrió diligencias en el año 2001 por actuar en un local de «striptease» en Las Palmas

Imagen de uno de los panfletos que supuestamente repartía la jueza 'pitonisa' en Lugo EFE

ABC

La polémica no cesa en torno a la figura de María Jesús García, la jueza de Lugo que saltó al centro de la escena mediática tras descubrise que echaba las cartas del tarot en un piso , y que cobraba por ello. Ahora, una nueva controversia sale a la luz. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le abrió diligencias en el año 2001 por bailar como «stripper» en un local de Canarias, el destino donde ejercía su labor por aquel entonces.

García, que dirige el juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Galicia, con sede en Lugo, tuvo que rendir cuentas ante el órgano por sus quehaceres fuera del horario laboral, aunque en aquel tiempo alegó que sus actuaciones en un establecimiento de «streptease» obedecían a un simple «hobby», según publica El Confidencial . Los inspectores llegaron a desplazarse a las islas después de que una denuncia interna pusiera de relieve su particular afición.

Así, pese a lo llamativo del caso y al régimen de incompatibilidades aque afecta al personal de la judicatura (regulado por la Ley Orgánica del Poder Judicial), el CGPJ tuvo que aceptar las explicaciones de García, y decidió no imponerle ninguna sanción . Entre los principales motivos, sobresalió la imposibilidad de probar que la jueza se lucraba con sus bailes.

Ese, el del beneficio económico, es el hecho diferencial que distingue entre una y otra polémica . En el caso del tarot , el órgano de gobierno del Poder Judicial sí pudo cotejar que la jueza cobraba por predecir el futuro de sus clientes . Tanto es así que un periodista del diario El Progreso le entregó en mano 15 euros después de que le echara las cartas. Pasado un tiempo, el precio de la consulta ascendió a 20 euros.

Otros escándalos

Antes de aterrizar en Canarias, el CGPJ la sancionó con un año de suspensión por ausentarse de su puesto cuando debía tramitar la puesta a disposición judicial de un detenido por robo con fuerza. Tal y como publica el Confidencial, se encontraba en el gimnasio.

También, el Poder Judicial la castigó con el pago de 3.000 euros por cargar contra los juzgados de Violencia de Género en una entrevista en El Mundo. En ella, se despachaba contra las «ridiculeces» de muchas mujeres que denunciaban a sus parejas por «un mensajito en el móvil» o porque han proferido contra ellas «una palabra más alta que otra». Era el año 2006. El destino de García: el juzgado de Violencia de Género de Santander.

La presencia de gatos durante las vistas o las faltas por fumar en el interior de los juzgados culminan el historial de excentricidades de la jueza, que ahora deberá responder por sus escarceos como pitonista en Lugo.

La última polémica de la jueza 'tarotista': bailó como «stripper» durante su destino en Canarias

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación