Polémica en Compostela
Dos años esperando por el concejal ausente
Una «laguna legal» ha permitido a un militante socialista «bloquear» su acta como edil durante más de dos años
Pese a que la corporación municipal de Santiago de Compostela está conformada por un total de 25 concejales, hace dos años que el salón de plenos de la capital de Galicia está ocupado por tan solo 24 ediles. Lo que muchos califican como «una laguna legal» en la actual legislación ha permitido que este ayuntamiento gallego viva desde mayo de 2016 una situación «inédita» para el municipalismo español. Su protagonista es Antón Barba, un histórico militante del PSOE compostelano que figuraba como número 5 de la candidatura socialista en las pasadas elecciones municipales, en donde su partido tan solo logró obtener cuatro actas.
La renuncia de una de las ediles socialistas en la corporación hizo correr la lista del partido hasta llegar al nombre de Barba, funcionario en el propio ayuntamiento compostelano. Precisamente, su puesto como funcionario municipal hacía incompatible que el edil desempeñase a la vez su profesión y su rol como político, por lo que, en caso de tomar posesión de su acta, s e vería obligado a pedir una excedencia. Ante ese escenario, el histórico militante lanzó un ultimátum a su partido: o le ofrecían una dedicación exclusiva dentro del grupo municipal o no tomaría posesión como concejal.
El PSOE local rechazó ceder a las exigencias de Antón Barba dado que la única dedicación exclusiva completa de la formación en el municipio recae en el portavoz municipal, Paco Reyes. Fue entonces cuando el partido abrió un proceso de diálogo con el número cinco de la candidatura socialista que nunca acabó de fructificar . Dos años después, Barba sigue sin tomar posesión de su acta; el PSOE de Santiago ha visto notablemente minada su capacidad política al contar con un edil menos y el partido parece descartar la opción de encontrar salida a esta situación, hasta el punto de que hace dos meses acordaron expulsar al histórico militante.
«Hay un vacío legal claro, en un Parlamento autonómico tienes unos días para decidir si asumes el acta y para adscribirte a un grupo, no puedes permanecer eternamente sin hacerlo. En el caso de la Cámara legislativa gallega, por ejemplo, eso está regulado, pero en este caso se ve que no estaba previsto por el legislador , con lo cual, la Junta Electoral Central tendría que hacer una interpretación 'ad hominem', única y exclusivamente para este caso», explican a este diario fuentes del PSOE gallego, que aclaran que la formación llegó a elevar este asunto a Ferraz para analizar la posibilidad de presentar un recurso ante la Junta Electoral.
«Sin novedad»
Desde el partido no ocultan su pesimismo en relación a este asunto y afirman que, a un año de la convocatoria de nuevas elecciones locales, todo apunta a que el mandato va a terminar «sin novedad». «El tema está muy atascado desde hace mucho tiempo, todos los intentos que se han hecho desde el partido quedaron resueltos siempre de la misma manera, sin el desbloqueo del tema. Es evidente que esta persona pudo desbloquear esta situación durante mucho tiempo y no lo hizo» , lamentan.
Según los socialistas gallegos, es necesario tomar nota de este episodio por entender que ha puesto sobre la mesa «cómo a veces las organizaciones aciertan o desaciertan en la selección de sus recursos humanos». No obstante, insisten en la necesidad de legislar para que este hecho no se vuelva a repetir en ningún otro municipio. «Debe haber un tiempo para que uno tome o no su decisión , lo que no puede es estar bloqueando infinitamente una cámara legislativa», insisten.