LABORAL
Trabajadores de Vulcano aceptan cobrar los atrasos al acabar el ferri
La empresa les abonará sólo dos de las cinco nóminas pendientes este mes
Los 73 trabajadores de los astilleros Vulcano en Vigo llevan sin cobrar sus salarios desde septiembre. Unos meses antes, en mayo, la empresa dejó también de abonar las facturas a la industria auxiliar. La paralización de los trabajos de construcción del ferri «Villa de Teror» , encargado por Naviera Armas (Trasmediterránea) al astillero vigués provocó la crisis. Pero la plantilla aceptó hoy la propuesta del astillero de modo que no cobrará todo lo adeudado hasta que el buque no esté finalizado.
Los trabajadores del astillero vigués votaron la propuesta de la empresa en virtud de la cual se les abanorán dos de las cinco nóminas que les deben y se regularizará el pago desde febrero . Mientras, los tres pagos restantes se efectuarán una vez que se termine el buque. Según detalló Comisiones Obreras (CCOO) en un comunicado, informa Ep, el comité de empresa, compuesto por representantes de este sindicato, Unión General de Trabajadores (UGT) y Confederación Intersindical Galega (CIG), trasladó la propuesta a los trabajadores del astillero, que lo han aceptado por 47 votos a favor, frente a doce en contra, once abstenciones y un voto nulo.
Ante esta situación, CCOO reclama a Vulcano el pago de las dos nóminas comprometidas a los empleados «cuanto antes» con el objetivo de «empezar ya a trabajar» en el ferri, propiedad del Banco Santander, para poder entregarlo a la naviera Armas. En este sentido, el sindicato destaca que, «pese a la situación límite» en la que se encuentran, los empleados del astillero han demostrado su «implicación» en el proyecto, así como su «voluntad» de finalizar la construcción del ferri «Villa de Teror».
La plantilla de Vulcano, junto con trabajadores de la industria auxiliar, se manifestó la semana pasada en Vigo para poner de relieve la situación en la que se encuentra. Además, se buscaba instar a la empresa a llegar a un acuerdo con sus proveedores de la industria auxiliar para que Santander y la naviera permitiesen que se ejecutase la finalización del barco y se pudiese acceder a la financiación necesaria para ello.
Vulcano tuvo que parar los trabajos por falta de crédito. Inicialmente el barco iba a ser para una naviera noruega, Viking Line, pero al ser adquirido por Transmediterránea y luego ser absorbida esta compañía por Armas, se tuvo que modificar su diseño para adaptarlo a la navegación en un clima más cálido.
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