Diana Quer

La renuncia de cuatro jurados obliga a aplazar el juicio por la muerte de Diana Quer

La vista se aplaza hasta el 11 de noviembre después de que varios integrantes del tribunal ciudadano esgrimieran razones médicas y de edad para no participar

P. Abet

El día antes de que José Enrique Abuín se sentase en el banquillo para responder por la muerte de Diana Quer, todo saltó por los aires . La renuncia de hasta cuatro de los jurados convocados para la constitución del tribunal ciudadano encargado de juzgar el caso obligó, de forma inesperada, a aplazar el proceso hasta el próximo 11 de noviembre. Según explicaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) durante la jornada de ayer, previa al arranque de la vista, cuatro de los citados presentaron alegaciones para no participar de ella. En uno de los casos, la persona argumentó ser mayor de 65 años — llevaba varios meses pasando los filtros de selección, pero esperó al último momento — para desmarcarse del caso. Otro de los convocados alegó no sentirse «imparcial» ante los hechos a valorar y dos más esgrimieron causas médicas sobrevenidas. Así las cosas y con la ley del jurado en la mano, las cuentas no cuadran. La norma establece que el día de selección del jurado debe haber al menos veinte aspirantes entre los que las partes —defensa y acusaciones— puedan elegir a los nueve titulares y los dos suplentes que formarán el jurado definitivo. En este caso eran veintiuno los convocados, pero la renuncia de cuatro de ellos obliga a iniciar el proceso de cero, para lo que serán necesarias otras dos semanas más. Eso sí, ya no habrá, anotan desde el TSXG, trámite de presentación previa de excusas, «ante la falta de tiempo».

Este contratiempo sorprendió a los padres de Diana Quer, que hoy debían declarar ante el tribunal, de camino a Galicia. También trastocó la labor de los abogados y de los propios medios de comunicación, con hasta treinta y dos acreditados para cubrir el proceso. Según el abogado de la familia, el ferrolano Ricardo Pérez Lama, afirmó a su salida de los juzgados, este aplazamiento supone para los padres «un inconveniente» porque «llevan sufriendo años». «Es hora de hacerle justicia a Diana Quer , que es lo que nosotros queríamos. Pero todos estamos en la misma batalla y el día 11 volveremos» para asistir a un juicio en el que, para el letrado, la «cuestión fundamental y vital» se desvelará durante las jornadas en las que declaren los médicos forenses, ya que con sus aportaciones se podrá dilucidar si Diana Quer sufrió una agresión sexual, como defienden Fiscalía y acusación particular.

Este hecho, el de si medió una violación, será crucial a la hora de solicitar la prisión permanente revisable para el Chicle, que ya cumple condena por un tema de narcotráfico y por el intento de agresión sexual a una joven en Boiro en las Navidades de 2017. Para el Ministerio Público y para la acusación particular no cabe duda de que Abuín interceptó a Diana movido por un impulso sexual y que, con este fin, la introdujo en el maletero estanco de su coche y la condujo hasta una nave abandonada «donde sabía que había colchones» y en la que habría abusado de la joven antes de asfixiarla y deshacerse de ella en un pozo.

A falta de pruebas contundentes que lo confirmen —la autopsia es incapaz de determinar si fue forzada, debido al tiempo transcurrido— la familia y la Fiscalía jugarán tres bazas. Por una parte, el móvil sexual como motivador del crimen. El segundo lugar, el historial delictivo del acusado, que cuenta con una condena por un intento de agresión y que está siendo investigado por la violación de su excuñada cuando ésta era menor de edad. Y, en tercer lugar, el hecho de que Diana apareciese totalmente desnuda y de que su ropa nunca haya sido encontrada. La estrategia de la defensa, por su parte, se ceñirá a la última versión conocida del Chicle, que señala que estranguló de «forma accidental» a la madrileña cuando ésta lo descubrió robando gasolina de los camiones de los feriantes. Atendiendo a este relato, la muerte de Diana fue fortuita y no formaba parte de un plan con un modus operandi definido.

Para desmontar esta versión, que le permitiría al Chicle zafarse de la pena máxima contemplada en el Código Penal, las acusaciones sacarán a relucir una segunda autopsia que tiene en cuenta el contexto de la agresión y otros puntos a su favor, como la hora que Abuín permaneció en la nave de Asados desde que llegó a ella en coche ya de madrugada y en compañía de Diana. Cada detalle de lo que ocurrió esa madrugada y en los días previos será analizado con lupa, además del año y medio durante el que el único acusado jugó al gato y al ratón con unos agentes que, finalmente, ataron los cabos para meterlo entre rejas.

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