Héroes del Covid-19

«Solo tenemos tiempo para comer una pizza deprisa y corriendo»

Plácido «descansa» durante el trayecto de ida y vuelta al trabajo desde La Coruña

Plácido Mayán lleva años al frente de las Urgencias del CHUS CEDIDA

Christian R. Pereira

Lleva desde el fin de semana acostándose pasada la medianoche y amaneciendo de camino al hospital. Su teléfono echa humo desde hace días y apenas tiene tiempo para echar de menos a su familia. Plácido Mayán (49) es el jefe del servicio de Urgencias del Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS) y todo un veterano en esto del «no parar». El cansancio, la adrenalina y los nervios son los síntomas generalizados entre el equipo de sanitarios de la unidad que dirige desde que se decretara la emergencia sanitaria por la pandemia. El servicio ha quedado partido en dos, con una mitad de la unidad dedicada por completo a contener el coronavirus, donde los turnos se extienden y los descansos escasean.

«Es momento de sacar la profesión adelante y dejar el miedo en la puerta» , expresa a ABC Plácido Mayán, médico acreditado con veinte años de trabajo en Urgencias. Esta unidad del CHUS se prepara para lo que se avecina y todos los recursos humanos —médicos, enfermeros, auxiliares, celadores y guardias de seguridad— deben coordinarse en las tareas sin dejarse arrastrar por la angustia para llevar el trabajo a buen puerto. «La organización es fundamental, pero no me preocupa, porque tengo la suerte de contar con dos supervisores estupendos», afirma Mayán y añade que, con seguridad, «serán días muy duros pero todos los del equipo estamos mentalizados para afrontarlo».

La solidaridad y el apoyo mutuo entre los empleados del hospital son estos días la norma para garantizar el funcionamiento del servicio al 200%. «Nadie se plantea ahora otra cosa que no sea esto. Los médicos residentes de varias especialidades bajan por las mañanas a reforzar las guardias, todo el mundo se está implicando» , cuenta. En cuanto a los pacientes, reconoce que el punto débil se concentra «en la falta de paciencia de los familiares», a los que no tienen más remedio que desalojar de la sala de espera y enviarlos a sus domicilios por seguridad. «Llamamos a los familiares de todos los positivos y sospechosos de tener coronavirus un breve parte sobre su evolución diaria para que estén tranquilos», relata Mayán.

En lo que respecta a su familia, asegura que los turnos de trabajo son tan intensivos que apenas les dejan tiempo de pensar en otra cosa. «Que voy a ver poco a mi mujer y a mis hijos es algo que asumo. Yo vivo en La Coruña. Estos días he salido a las 11 de la noche y al amanecer estoy de vuelta», afirma. «El tiempo para descansar que tenemos intentamos hablar de cualquier otra cosa, lo que a veces es imposible. Dicen los compañeros, ¿para qué vamos a poner la televisión? ¡Si solo paramos para comer una pizza deprisa y corriendo! », comenta entre risas Plácido, quien guardó un valioso momento para atendernos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación