TRIBUNALES
Una red se sienta en el banquillo por estafar 5,8 millones de euros con la venta de móviles
Según apunta la Fiscalía, creaban una red de sociedades ficticias con las que comprar móviles a precios ventajosos. Los terminales, después, eran vendidos incluso en terceros países
Un grupo de dieciséis personas se ha sentado este martes en el banquillo de los acusados por su presunta participación en una estafa que tenía por objeto la venta fraudulenta de teléfonos móviles. La Fiscalía considera que los implicados compraban los terminales aprovechándose de descuentos para después, a través de sociedades interpuestas, crear una trama que les permitiera obtener beneficios de su venta . En total, se estima que pudieron haber ingresado 5,8 millones de euros de estas operaciones.
En su escrito de acusación, el Ministerio Público exige para las acusados penas de entre nueve meses y once años y medio de prisión, por delitos contra la Hacienda Pública, contrabando, estafa o falsedad documental. Su modus operandi, señala, estaba basado en la compra ilícita «a distintas operadoras» de packs de móviles «con tarjetas activas», en principio destinadas a prestar servicio a las sociedades creadas previamente por el grupo. Así, la Fiscalía considera que se aprovechaban de las «ofertas especiales» de las compañías telefónicas para obtener los móviles a un precio menor del que podían obtener después a través de su venta. Para hacerlo, claro está, debían saltarse las condiciones impuestas por las operadoras, que exigian por un lado «no disociar las tarjetas» de los móviles a las empresas para las que habían sido dadas de alta, y por otro, «no liberar» los aparatos.
Las compras de los móviles se hacían «en grandes centros» mediante el abono en caja, de modo que «el importe de las bonificaciones y los descuentos» no figuraba en las «facturas remitidas» a posteriori. El papel de la sociedades instrumentales era de «intermediarias» , apunta la acusación: a través de ellas, el grupo se hacía con los móviles para más tarde deshacerse de ellos por separado. Gracias a las ventas, se estima que el grupo pudo obtener 5,8 millones de euros, de los cuales 1,7 pudieron ser igualmente fraudulentos, pues también exportaban los telefónos a terceros países «eludiendo los controles aduaneros».
La defensa de dos de los acusados avanzó antes de la vista, que se celebra en la Audiencia Provincial de Lugo hasta previsiblemente el 1 de marzo, que solicitaría la libre absolución de los acusados.