Manifestación de las víctimas del Alvia
«A ver si el año que viene venimos a celebrar que se ha hecho Justicia»
Robert Fariza, residente en Texas, perdió a su mujer en el accidente. «No sólo pusieron a pasajeros en peligro, también al propio maquinista», afirma desde la manifestación convocada en el quinto aniversario de la tragedia
«Han pasado cinco años, ya es tiempo. A ver si el año que viene venimos aquí para celebrar que se ha hecho Justicia». Robert Fariza perdió a su esposa, Myrta, en el accidente del tren Alvia registrado en Santiago el 24 de julio de 2013. Este martes habla desde la plaza del Obradoiro, donde un año más ha finalizado la manifestación protagonizada por la Pataforma de Víctimas Alvia 04155 para exigir la depuración de responsabilidades, no sólo en el ámbito judicial, sino también político. «A mí ya me atendieron, ella es la que está mal», explicaba Robert Fariza cinco años atrás en unas Urgencias del Hospital Clínico de Santiago a la que no dejaban de llegar ambulancias con los heridos previamente cribados en el hospital de campaña habilitado al pie de las vías. Myrta falleció días más tarde. La pareja, residente en Texas, viajaba en el vagón número 7. Continuaban viaje tras celebrar la boda de su hija en Roma y un reencuentro familiar en Valladolid. «Yo tengo todavía heridas que me duelen y me recuerdan el accidente. Tengo heridas en la espalda, en los pies... pero la herida más grande es la que tengo en el corazón », afirma Robert, que ha participado junto a dos de sus tres hijas, Jisele y Dominque, en el acto reivindicativo en Santiago.
«Yo admiro a la gente que aquí en España ha sostenido esto tanto tiempo», señala. «A veces es bien difícil explicar allá [la familia reside en Estados Unidos] que todavía no se haya hecho justicia . La gente que se interesa por nosotros no se puede creer que esto siga abierto», expone Fariza. «Sé que el maquinista tiene culpa, él mismo lo ha admitido, pero quiero que las personas con responsabilidades en la seguridad de los trenes en Adif y Renfe respondan ante la Justicia, porque ellos no sólo pusieron a pasajeros en peligro, también al maquinista y a su propio personal», sostiene.
Las víctimas volvieron a recorrer el trayecto que separa la plaza del Obradoiro de la estación del tren a la que el Alvia 04155 debería haber llegado el 24 de julio de 2013 en silencio, tras una pancarta en la que se podía leer «81 fallecidos y más de 140 heridos en alta velocidad. Exigimos verdad, justicia y responsabilidades políticas. PP, PSOE, Adif y Renfe». Entre los participantes, mucha emoción contenida y carteles apuntando a los exministros José Blanco y Ana Pastor.
Víctor Taibo, hijo de la exdiputada del PP Teresa Gómez-Limón, leyó el manifiesto que a las doce del mediodía ponía fin a la manifestación. «Durante cinco años, la maquinaria del Estado ha trabajado para eximir la responsabilidad de quienes fueron negligentes, tratando por todos los medios de echar toda la culpa al último eslabón de la cadena, el maquinista, evitando cualquier tipo de responsabilidad», sostuvo. «Tuvimos que ir a Europa para que nos trataran como verdaderos ciudadanos» , afirma el manifiesto en el que se destacan los dos informes de la Agencia Ferroviaria Europea que cuestionaron la independencia de la investigación oficial realizada por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) del Ministerio de Fomento y, más recientemente, consideraron que la normativa europea exigía una reevaluación de riesgos tras los cambios en el proyecto realizados en 2010, cuando se decidió suprimir el sistema de seguridad ERTMS en las vías, y en 2012, cuando se desactivó a bordo de los trenes Alvia.
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