Patrimonio

«Me sentí en la piel de un peregrino de hace 800 años»

Tras más de diez años cerrado al público, el Pórtico de la Gloria vuelve a recibir visitas tras su reciente restauración. La gran expectación se tradujo en colas de más de dos horas para acceder al recinto

Varias personas contemplan el Pórtico de la Gloria durante el primer día de visitas EFE

Antonio Méndez

Cuando el brasileño André Lacatiba encontró las palabras adecuadas para describir la experiencia de visitar el Pórtico de la Gloria, sólo pronunció una: «Magnífico». Al igual que él, la mayoría de personas que este viernes tuvieron la oportunidad de ser los primeros en contemplar esta obra tras su restauración sintieron mucha fascinación. Viçents Gabaldá, un barcelonés que lleva seis semanas visitando Galicia, también se declaró deslumbrado al salir de la Catedral santiaguesa, imaginándose «en la piel de un peregrino de hace 800 años» cuando contempló el renovado monumento. Diez años de minuciosa restauración para recuperar la policromía desembocaron en colas de más de dos horas para acceder al templo . Sin embargo, como afirmaron a ABC un grupo de 33 personas de la Hermandad de Columna de San Fernando (Cádiz), «la espera mereció la pena».

Antes de entrar, emoción y nerviosismo. «Mis compañeras y yo lo hemos visto en vídeos y vinimos expresamente desde Pontevedra el primer día como si fuesen a llevárselo », explicó Isabel Franco. Otros, como la malagueña Carmen Vera, pudieron visitarlo de casualidad: «Tenía que haberme ido ayer, pero las cancelaciones de vuelos de Ryanair provocaron que me quedase un día más en Santiago». Ya lo dice el refrán: «No hay mal que por bien no venga». Aquellos que ya habían acudido al Pórtico de la Gloria antes de su restauración, destacaron el gran cambio experimentado: «Antes tenía mucha suciedad, ahora está precioso» , manifestó un grupo de turistas extremeños. De «muy deteriorado» a «espléndido», así describieron quienes tuvieron ocasión de conocerlo con anterioridad el resultado de las 50.000 horas de trabajo invertidas para recuperar la policromía perdida.

El protocolo de acceso al recinto es riguroso: grupos de 25 personas y un máximo de 15 minutos por visita . La gran mayoría de visitantes considera que la duración es «suficiente» porque entienden que hay una gran cantidad de personas que quieren verlo. No obstante, para otros, como la riojana Lucía Moreno, los 15 minutos son «escasos». «Tan sólo un pequeño aperitivo», afirmó. Estas medidas están encaminadas a la óptima conservación del monumento. Incluso se llegó a retrasar unos minutos el inicio de las visitas debido al mal tiempo. « Una lluvia ligera demoró la apertura , pero finalmente la situación mudó y las buenas condiciones meteorológicas propiciaron un día sin incidencias», esclareció el director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo. Además, Lorenzo se mostró satisfecho por la «admiración» que provocó el renovado Pórtico a los visitantes y manifestó que, sobre las 18.00 horas, ya habían alcanzado la cifra de «800 entradas».

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