Adjudicaciones en duda
Agustín Hernández: «Da la sensación de que CA estaba tejiendo una red de amigos»
«Es una crítica dura, incómoda, pero es una obligación de cualquier oposición responsable que vea un mal uso de los presupuestos públicos», apunta el portavoz y candidato del PPdeG en el Ayuntamiento de Santiago sobre las contrataciones a afines del Gobierno de Martiño Noriega
Ganar —es decir, gobernar— tras las elecciones de mayo es el objetivo de Agustín Hernández (Madrid, 1961). Pero antes, en su papel de líder de la oposición en Santiago, ha puesto contra las cuerdas a MartiñoNoriega tras denunciar la adjudicación de decenas de contratos a familiares o personas vinculadas a Compostela Aberta .
—Dijeron el otro día que estos contratos eran solo «la punta del iceberg» de una «bolsa opaca» en la contratación de Compostela Aberta, ¿harán más denuncias?
—Observamos que hay un abuso de contratos menores, lo llevamos advirtiendo desde el inicio del mandato, que muchos de ellos obedecen a prestaciones de dudosa rentabilidad pública y además hemos identificado unos lazos de afinidad política de personas adjudicatarias que en su momento apoyaron los movimientos de las mareas. Nosotros lo estamos denunciando porque creemos que es una práctica que como mínimo es de dudosa ética, teniendo en cuenta además que estamos hablando de una fuerza política que llegó subida en el caballo de la transparencia y de la crítica extrema, muchas veces infundada, al PP en 2015.
—¿Albergan la sospecha de que pueda haber más contratos vinculados a familiares o gente afín a CA?
—Es lo que estamos identificando y lo que estamos denunciando. Los que haya, lógicamente, los denunciaremos como crítica al gobierno. Es una crítica dura, incómoda, pero es una obligación de cualquier oposición responsable que vea un mal uso de los presupuestos públicos.
—Según el alcalde, en la conversación que ambos mantuvieron, le explicó que su pareja no había trabajado para el Concello.
—Fue una conversación creo que absolutamente inadecuada. No deja de sorprenderme todavía que antes de que terminara el concejal del PP su rueda de prensa me llamara al despacho para manifestarme su absoluto disgusto fuera de lo que yo entiendo que es un tono normal. Una conversación tensa en la que sobre todo me indicó que se habían superado líneas rojas y a partir de ahí es un episodio que es mejor olvidar.
—¿Le amenazó?
—Me amenazó con represalias.
—¿Con represalias legales?
—De todo tipo. No voy a entrar en más detalles. Lo considero una llamada improcedente que es mejor olvidar.
—También ha anunciado la ruptura de relaciones institucionales con el PP, ¿acaso había algún tipo de relación previa?
—Es algo que no deja de sorprender. En momentos de más o menos tensión, mi relación con el señor Noriega ha sido correcta, pero han sido fruto de una circunstancia: él es alcalde y yo soy el líder de la oposición. No sé a qué se refiere con relaciones institucionales, entiendo que no se dejará de invitar al PP a los actos de la corporación, puesto que somos representantes de miles de vecinos. A partir de ahí, que explique qué es esa ruptura.
—En 2015, CA se presentó para abrir puertas y ventanas en una institución que hasta ese momento estaba gobernando. Con esta denuncia, ¿el PP intenta golpear donde más duele a CA?
—El PP simplemente lo que hace es cumplir con su deber de fiscalización y control de aquello que considera que no es correcto desde una perspectiva como mínimo ética. También hemos hecho trabajo de propuestas, pero si identificamos un mal funcionamiento tenemos que denunciarlo y ponerlo blanco sobre negro.
—En La Coruña sus compañeros han denunciado casos de este tipo de contratación, ¿cree que hay una estrategia o una red detrás de esta forma de obrar?
—Con los datos lo que denunciamos es que hay una aparente conexión entre la afinidad ideológica de determinadas personas y su contratación en los ayuntamientos de las Mareas de Podemos para hacer determinados trabajos. Eso es lo que creemos que existe.
—Hasta se especula, incluso citando vídeos de Errejón, que las mareas tejen alrededor de sí un entorno de instituciones por si pierden las instituciones.
—El señor alcalde en algún momento dijo que ellos venían a tejer una red, y nosotros dijimos que daba la sensación de que estaban tejiendo una red de amigos. Da esa sensación.
—Al margen de la denuncia pública, ¿valoran adoptar alguna iniciativa política al respecto? Una iniciativa de reprobación al alcalde, por ejemplo.
—En función del alcance y contenido de esta información adoptaremos las decisiones que creamos, también en función de las explicaciones que nos dé el gobierno. Hasta ahora lo único que ha hecho ha sido acusarnos desde todos los puntos de vista pero no ha aportado información que rebata la denuncia que hemos dejado encima de la mesa.
— Ya sabe que Noriega amenaza con llevar estas denuncias ante los tribunales.
—Puede amenazar lo que considere. Nosotros procuramos no hacerlo, procuramos hacer una labor política. Desde el primer momento del mandato trasladé que no era mi intención llevar el debate político al ámbito judicial. Obviamente, si tuviéramos la mínima sospecha de una cuestión que tuviera alcance penal, la llevaríamos directamente a los juzgados.
—Si éste es el tono de precampaña, a cuatro meses y medio de las elecciones, no me quiero imaginar el de la campaña.
—La verdad es que hay una labor de fiscalización que puede dar lugar a iniciativas más o menos cómodas. No analizamos el tono, analizamos la realidad. Si hubiéramos adoptado la actitud del gobierno ante todas estas denuncias, probablemente nos hubiéramos dedicado todo este mandato a estar en los juzgados cuando se nos acusaba de corruptos o ladrones. A partir de ahí, el nivel y el tono de la precampaña no lo estamos marcando nosotros. Quien tiene que justificarse es el gobierno, no el que hace la denuncia.
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