Seis años por forzar a una menor a prostituirse con ritos de vudú

La Audiencia Provincial de Pontevedra condenó ayer a una nigeriana que se dedicaba a captar a compatriotas menores de edad para obligarlas a ejercer la prostitución en España. Lo hacía coaccionándolas mediante ritos de vudú que realizaba en sus aldeas de origen y a través de los que las sometía a ellas y a sus familias. La procesada —que aceptó una pena de seis años que rebaja en cuatro la propuesta inicialmente por la Fiscalía— engañó a una joven nigeriana a la que prometió un empleo como modelo publicitaria en España. Para el viaje le tramitó un pasaporte falso y le dio 1.500 euros con la intención de que aparentase que viajaba como turista. Una vez aterrizó en París, la acusada recogió a la víctima y la acompañó en el vuelo que la llevó a Madrid. Ya en la capital, le retiró la documentación y el dinero y le comunicó que tendría que ejercer la prostitución para saldar la deuda de 60.000 euros, más otros 500 por el ritual de vudú.

La chica fue forzada a prostituirse en un club de Las Rozas, pero alarmada porque la víctima narró sus circunstancias a algunos clientes del local, la procesada decidió mandarla a Vigo, donde reside su hermana. Durante su viaje en autobús entre Madrid y Vigo, la joven nigeriana también aprovechó para relatar su historia a un hombre al que conoció durante el trayecto, que fue quien puso a la Policía sobre aviso. Con los datos que el viajero aportó, los agentes lograron liberar a la chica, que por entonces tenía 17 años, y evitaron que fuese desplazada al club Peinador, donde iba a ser explotada sexualmente. A raíz de los abusos a los que fue sometida, la víctima tiene diagnosticado trastorno depresivo reactivo en grado máximo.

La acusada aceptó los delitos que se le achacan, entre los que cuentan inmigración ilegal y trata de seres humanos con fines de explotación sexual, en concurso medial e ideal con un delito de prostitución coactiva. Además de la acusada, inicialmente se procesó también a una hermana suya, pero la Fiscalía retiró la acusación al entender que no estaba acreditado su conocimiento de los hechos. En consecuencia, fue absuelta por el tribunal.