Tribunales
Seis años de cárcel por encerrar a su padre enfermo en un sótano sin luz, ni agua, ni ventilación
El progenitor, que tenía 85 años, deterioro cognitivo y EPOC, fue localizado en un inmueble a medio construir en Trazo (La Coruña)
En octubre de 2017, los agentes de la Guardia Civil rescataban a un hombre de 85 años de edad con deterioro cognitivo y EPOC . Lo había encerrado su propio hijo en el bajo de su vivienda, un lugar con condiciones «deplorables» , en la localidad coruñesa de Trazo. La Audiencia Provincial de La Coruña ha dictado finalmente la sentencia en la que condena a seis años de cárcel al acusado.
El fallo, de febrero, determina que el acusado es culpable de un delito de detención ilegal de persona desvalida con la circunstancia agravante de parentesco. Así, le condena a cinco años, seis meses y un día de prisión, con inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y la prohibición de aproximarse a la víctima durante diez años.
Además, como autor de un delito de maltrato o trato degradante en el ámbito de la violencia doméstica, le condena a seis meses de prisión, al tiempo que le priva de tenencia de armas por tres años y le prohíbe nuevamente aproximarse a la víctima, esta vez durante un periodo de cinco años.
Como hechos probados, la sentencia concluye que el acusado mantuvo en 2017 encerrado a su padre, «en contra de su voluntad y por un periodo de tiempo indeterminado» , en un bajo o sótano de una vivienda familiar a medio construir en medio del monte en la parroquia de Chaián, en Trazo. Lo hizo, agrega, en unas condiciones higiénico sanitarias y de habitabilidad «deplorables», en situación «de total soledad», sin energía eléctrica, agua corriente, ventilación, luz artificial o natural, ni calefacción. Además, el condenado le proporcionaba a su progenitor la alimentación a través del hueco de la única ventana existente «tapiada en su interior en su casi totalidad».
Allí fue encontrado por efectivos de la Guardia Civil el 26 de octubre de 2017, cuando acudieron al lugar alertados por los vecinos. Tenía en la fecha de los hechos 85 años de edad, presentaba deterioro cognitivo y padecía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica - EPOC.
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