Historia
El Santiago perdido del XVII
El historiador Miguel Taín presenta el análisis de un manuscrito inédito sobre Compostela antes del Barroco
Dibujar una imagen de Santiago de Compostela en la primera mitad del siglo XVII podría resultar, hoy día, una empresa complicada. Fueron muchos los edificios, iglesias y palacios que terminaron destruidos en la capital gallega con la llegada de la época barroca . Incluso la Catedral, santo y seña de la ciudad, era distinta en 1630: «Se trataba de un edificio medieval que terminó siendo transformado y escondido detrás de esas fachadas y torres barrocas que vemos ahora», explica Miguel Taín para este diario. Él, historiador apasionado, ha dedicado gran parte de su vida profesional a estudiar cada rincón de la memoria compostelana. Su última publicación, « La ciudad de Santiago de Compostela según los hermanos Juan y Pedro Fernández de Boán (ca. 1633-1646) », editada por el Consorcio de Santiago, analiza un manuscrito sobre la ciudad y los nobles que habitaban en ella datado en esa primera mitad del siglo XVII.
Esta visión de la Compostela de la época a través de los ojos y los escritos de estos dos hermanos guarda un gran valor histórico . La ausencia de documentos y testimonios, de los que «prácticamente no hay constancia», apunta Taín, engrandece la importancia de esta publicación. Sin embargo, genera aún más curiosidad cuando la historia la cuentan los hermanos Fernández de Boán, « dos falsos nobles », tal y como los califica el historiador.
Ellos querían hacerse pasar por grandes dinastas gallegos y se referían a Compostela como «la ciudad corte, porque ellos mismos querían formar parte de ella», justifica el autor del libro. Sin embargo, esto también requiere ciertas advertencias a la hora de trabajar con este contenido: «De vez en cuando cambian inscripciones o falsifican información », advierte el historiador, por lo que «es necesario ser cauteloso con el contenido», apunta.
Este gran interés por la élite gallega no hizo si no enriquecer aún más el contenido del manuscrito. Gracias a él, «se puede hacer un análisis de la cantidad de palacios que hay en el casco histórico de Santiago», valora Miguel Taín. Este texto termina por «ensalzar a Galicia y más concretamente a Compostela», añade. «Se da una visión muy positiva de la ciudad; donde las casas nobiliarias gallegas tienen su paraje», interpreta el historiador. «A fin de cuentas, el texto termina por hacer una referencia muy vívida del ambiente nobiliario de la época », sentencia Taín en conversación con ABC.
La peregrinación cumplida
El Camino de Santiago cobra gran importancia en el manuscrito de los hermanos Fernández de Boán. Por ello, «dedican varios capítulos a la concha , como símbolo de la peregrinación cumplida», explica el autor. «Una vez que termina su peregrinación, se convierte en la manifestación de que ha cumplido su voto de venir hasta el santuario», añade.
Las infraestructuras dedicadas a los peregrinos es otro de los temas de interés de este manuscrito de la primera mitad del siglo XVII. «El nuevo Hospital Real , que en ese momento acaba de construirse, el de los Reyes Católicos», es uno de los inmuebles más ensalzados por Juan y Pedro Fernández de Boán. Ese era el lugar en el que residían los peregrinos una vez llegaban a Santiago, «aunque solo por tres días en verano, cinco en invierno », recuerda Taín; «después, eran considerados como vagabundos», añade. La importancia del Camino tiene también repercusión en sus países de origen: «El 25 de julio desfilan en sus ciudades con las ropas de peregrino y la concha», explica el historiador. « Florencia es ejemplo de ello», sentencia.
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