Economía
Sangría en la hostelería: en Galicia ha cerrado casi uno de cada cinco negocios
La demanda ha caído casi un 60%, especialmente en los bares y restaurantes rurales o de carretera
El 18% de la hostelería gallega ha echado el cierre de forma permanente con la llegada de la pandemia, según un estudio de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (FEGEIN). La clientela ha reducido drásticamente su gasto en bares y restaurantes (casi un 60%), y la demanda tiende a la baja, por lo que la recuperación se presenta difícil, especialmente para ciertos tipos de locales.
El informe de FEGEIN, que analiza los datos hoteleros desde febrero de 2020 hasta la misma fecha de 2021 (momento culmen de las restricciones en la comunidad gallega), muestra que en Galicia había 19.052 negocios hosteleros -14.499 bares y cafeterías, 3.862 restaurantes y 691 locales de comida preparada-, de los que casi uno de cada cinco han cerrado definitivamente. La mayor caída se da en Orense (un 23% de los negocios ha cerrado) y Lugo (un 22%) , mientras que Pontevedra es la que más resiste al cierre (un 13%). La Coruña se mantiene en la media, con un 18%.
Según la Federación, «no es fácil aventurar el futuro del sector en los próximos tiempos», pero «valoramos que habrá restaurantes, cafeterías y bares que serán difíciles de encontrarles clientes por el sobredimensionamiento del sector en los últimos años». Es decir, por una excesiva oferta de negocios ante una demanda escasa y con tendencia a la baja -un descenso ponderado del 58% hasta febrero de 2021-, explica el presidente de FEGEIN, Benito Iglesias. La crisis del Covid-19 «quizás haya pinchado la burbuja de los negocios de hostelería en Galicia . La cual, no había parado de crecer en las dos últimas décadas y con el dato antagónico de tener una población que disminuye en nuestra comunidad autónoma.
Estes cierres afectan en especial a la hostelería situada «en la periferia de las ciudades, o en municipios con poca población , en carreteras y calles con poco tránsito », según el informe.
En esta situación se encuentra el mesón de carretera Luis Quiroga, en Rairos, cerca de los cañones del río Sil. Este tipo de negocios se ven afectados no solo por las restricciones a la hostelería , sino también por los cierres perimetrales , que bloquean la llegada de clientes. Luis Barreiros, trabajador del local, afirma que han perdido en torno al 40% de su clientela durante la pandemia. Además, por el tipo de negocio, la comida para llevar «no era una opción», por lo que, de haberse alargado las restricciones no hubieran podido seguir adelante.
Un futuro incierto
«Esta pandemia también marcará un antes y después en la hostelería», afirma el presidente. «Seguramente [el cierre de locales] se incrementará con el paso de los meses , al estrecharse el margen de liquidez» y al aumentar el endeudamiento de este tipo de actividades, debido al gasto de los ahorros previos y la bajada de beneficios. «Y todo ello agravado por un endurecimiento de las condiciones y plazos de cobro de los diferentes proveedores. Lo cual derivará en más cierres, más rotación en las gerencias de los negocios y más inestabilidad laboral en un sector que no le queda otra que reinventarse a sí mismo », concluye.
Si bien ese 18% de locales cerrados no se puede recuperar, la situación desde febrero, fecha del estudio, ha cambiado, especialmente con el fin del Estado de Alarma. A falta del ansiado aumento de horarios y aforos , trabajadores como Luis Barreiros ven ya con esperanza el futuro, puesto que «con las vacunas, la gente se anima más» y aguardan una pronta recuperación.
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