Parlamento gallego
El rupturismo amenaza con reabrir su cisma
La previsible marcha de Manuel Lago con Yolanda Díaz haría correr la lista de En Marea del 2016, haciendo diputada a una afín a Villares, algo que el Grupo Común censura
Ya están separados, pero siguen enfrentados, y no solo políticamente. Los rescoldos de la fractura de En Marea, que desembocó en la conformación en el Parlamento gallego del Grupo Común da Esquerda (tercera fuerza) y del paso al Mixto de cuatro diputados, fieles a Luís Villares en el partido En Marea, siguen provocando quebraderos de cabeza en el espacio rupturista gallego.
Lo hacen a pocos meses de las elecciones autonómicas en las que afrontan el gran reto de expulsar de San Caetano al PP . El problema en esta ocasión proviene de las listas que se configuraron en 2016, que siguen siendo quienes dictan qué persona debe obtener el acta de parlamentario en caso de que uno de los diputados actuales renuncie.
Es lo que todo indica que va a ocurrir ahora con otro de los portavoces del Grupo Común, Manuel Lago, que las quinielas señalan que se irá a ocupar un cargo en el Ministerio de Trabajo, que desde este lunes ya depende de la gallega Yolanda Díaz . Con Lago en Madrid asistiendo a su toma de posesión, la portavoz del Grupo Común, Luca Chao, no quiso adelantar acontecimientos, esperando a que se confirme ese escenario. Afirmó que Lago «haría una magnífica labor» en este ministerio, al tiempo que puso en valor también su papel como diputado en Santiago.
Hasta ahí las buenas palabras, ya que, en el caso de que finalmente Lago, que concurrió en las listas de En Marea por La Coruña, se marchase a Madrid, su lugar debería ser ocupado por la integrante de la dirección de En Marea Mariló Candedo, que evidentemente no formaría parte del Grupo Común da Esquerda , sino que se iría al Mixto.
Chao censuró esta posibilidad en una rueda de prensa celebrada en la mañana de ayer, ya que la ve «un atraco democrático» e hizo un curioso símil: «Imaginemos el caso de que, por avatares políticos, un acta del BNG fuese cubierta por una persona del PSOE . Eso a cualquiera le parecería una aberración en términos democráticos», aventuró ante los medios. Es por ello que a la diputada le «preocuparía mucho» que «una persona de otro grupo parlamentario fuese a ocupar un acta que no le corresponde».
En cualquier caso, Chao apeló a la «responsabilidad democrática» de las diferentes personas. Cabe recordar que las actas corresponden a las personas elegidas y no a los partidos políticos. La fractura en dos se produjo después de una cascada de enfrentamientos o intentos de derrocar a Luís Villares , ahora portavoz del Mixto. El divorcio definitivo se produjo en la pelea por la elección del nombre del senador de designación autonómica.
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