Rueda reclama a la oposición que aparque la demagogia

Aparcar el discurso vacío y hueco, y remar todos en la misma dirección para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cumpla sus compromisos con Galicia . Este fue el denominador común de las respuestas a la oposición del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, durante la sesión de control de este miércoles en el pleno del Parlamento autonómico. El portavoz de los socialistas gallegos en la Cámara, Luis Álvarez, se interesó por las medidas de la Xunta para paliar los déficits de Atención Primaria. Ana Pontón, desde las filas nacionalistas, por la inflación disparada. Y más allá de contestar a uno y a otro, específicamente sobre cada materia, Rueda pidió a ambos un compromiso. «Echar una mano» para presionar al presidente socialista . Pero la oposición se lo tomó como si Rueda estuviese «escurriendo el bulto» de sus responsabilidades de gobierno.

«Claro que podemos hacer cosas, pero usted dirige muy mal el tiro», reprochó Rueda a la líder nacionalista, cuando esta le preguntó qué pensaba hacer para paliar la situación económica, y después de que Pontón reiterara las medidas «alternativas» del BNG contra la crisis, como «subir los impuestos a las eléctricas y a las petroleras, que se están forrando». Rueda, que consideró las propuestas demagógicas, reclamó sentido común a los nacionalistas. Y algo más: «Les pido ayuda, que ustedes son muy bravos con la Xunta y muy dóciles con el Gobierno central ».

El ejecutivo autonómico, ahondó Rueda, es «consciente de la situación». Por ejemplo, de que la subida del precio de los carburantes «es tremenda», o de que la cesta de la compra «alcanza precios prohibitivos». «Todo eso lo sabemos, está bien coincidir en el diagnóstico, pero ahí acaban nuestras coincidencias. Nos piden cosas sobre las que no tenemos competencias , porque no se atreven a pedírselas al Gobierno», insistió el presidente.

Los socialistas volvieron a poner sobre la mesa la situación de la Atención Primaria en Galicia y qué soluciones proponía el ejecutivo autonómico, pese a que el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, se había explayado en una larga comparecencia el día anterior para detallarlas. El portavoz del PSdeG tachó de «muy preocupante» el estado de la Atención Primaria gallega, con profesionales «que están al límite». Y lanzó a Rueda una sugerencia: «Prueben a invertir más en sanidad, ya verá que bien se sienten» .

Y Rueda, luego de enumerar algunas de las inversiones más destacadas de su antecesor, Alberto Núñez Feijóo, en materia sanitaria –aumento de la inversión respecto al bipartito, construcción de hospitales de referencia y adquisición de «aparatos que salvan vidas», por ejemplo–, pidió a los socialistas gallegos que le echaran una mano para reclamar a Sánchez medidas que creen indispensables para solucionar la falta de médicos de familia. Entre ellas, crear la muy demandada especialidad de Urgencias –ya que sus residentes comparten itinerario con los de Familia– y eliminar la tasa de reposición. «Échenos una mano. El resto es perder la credibilidad a chorros. Para eso no cuente con nosotros», espetó el presidente popular al portavoz socialista durante la sesión.

Desde las filas nacionalistas, Pontón usó un tono muy duro contra el gobierno de la Xunta, hasta llegar a sugerir, en materia eólica, que no exigían más a las multinacionales concesionarias de los parques porque «igual aspiran algún día a poder cruzar una puerta giratoria» . La portavoz nacional acusó al PP de sumergirse en la «propaganda, echar balones fuera y ser el partido del no». Y ante los reiterados esfuerzos de Rueda de reclamar a la oposición unidad para exigir a Sánchez cumplir con sus compromisos con Galicia, Pontón instó al presidente la Xunta a «sudar la camiseta», en lugar de «escurrir el bulto de sus responsabilidades» . «Nunca habla de sus competencias, siempre escurriendo el bulto. Este país necesita un gobierno y no gente que esté calentando la silla», añadió Pontón. Pero el presidente de la Xunta le respondió con ironía: «Hay gente que lleva veinte años calentando la misma silla –de diputada–, sin gobernar nunca».