Román Rodríguez - A XOSÉ RAMÓN BARREIRO, IN MEMORIAM
Una nueva Generación Nós
Barreiro fue un historiador total, con hondas convicciones, diseñó la Historia Política de Galicia
En los albores de la Democracia, la Facultade de Xeografía e Historia da Universidade de Santiago era un auténtico hervidero de conocimiento, compromiso y ganas de diseñar una nueva historiografía gallega. Con grandes escuelas creadas por los profesores Eiras Roel y García de Cortázar como punto de partida, surgen una serie de nombres que son claras referencias. Durante muchas décadas, nos enseñaron a conocernos de mejor forma. Ramón Villares, Fernando López Alsina, Ermelindo Portela, María del Carmen Pallares y otros como José Carlos Bermejo y Justo Beramendi – y hablo solo desde el ámbito académico de la Historia – construyeron una nueva lectura de nosotros.
De entre todos ellos, Xosé Ramón Barreiro, que el miércoles nos dejó, tuvo un papel muy relevante con una trayectoria muy particular desde su formación inicial junto al cardenal Quiroga. Fue un historiador total. Con hondas convicciones, diseñó lo que podemos denominar la Historia Política de Galicia , que dio tan buenas investigaciones y que hoy tiene a Núñez Seixas como uno de los más cualificados continuadores. Esta generación de profesores, algunos de los cuales aun imparten su magisterio en las aulas, formaron a miles de gallegos que llevan sus conocimientos e investigaciones a cientos de institutos y colegios. No sé si exagero, en el año de su centenario, al comparar a esta generación de profesores con la Generación Nós por la trascendencia que tuvieron para hacernos ver el mundo con ojos diferentes.
Barreiro fue, sin duda, una de las grandes referencias por su forma de mirar e interpretar la vida académica y por su gran capacidad de transmitir y comunicar lo que entendía por Galicia. El hombre físico nos dejó. Es algo puramente biológico, pero sus trabajos seguirán siendo consultados por generaciones de personas que quieran conocer y conocernos mejor. Uno de los grandes valores de Barreiro fue su capacidad para involucrarse en proyectos culturales. Su presencia en las instituciones más singulares de la Comunidad, entre ellas la presidencia de la Real Academia Galicia, nos presenta un hombre comprometido, muy humano y con una enorme capacidad intelectual. Hoy tenemos un buen y generoso menos, pero su buen hacer y su ejemplo nos mantendrá en el recuerdo de muchas personas: alumnos, compañeros de trabajo, amigos... Y, en general, en todas aquellas personas que lo pudimos tratar.
Un gran maestro merece un gran reconocimiento. Por eso un llamamiento para que, más pronto que tarde, no nos olvidemos de «uno de los nuestros» que contribuyó, desde su profesión y su esfuerzo, a hacer una Galicia mejor.
Román Rodríguez es conselleiro de Cultura, Educación e Universidade da Xunta de Galicia