Román Rodríguez
Gracias
A pesar de apostar por la presencialidad la incidencia del virus en las aulas ha sido muy reducida
Hoy finaliza el primer trimestre escolar y todos los gallegos tenemos motivos para estar orgullosos de nuestro sistema educativo. El pasado 10 de septiembre comenzaba el curso más excepcional que recordamos y encarábamos juntos el reto de convertir las aulas en espacios seguros . Lo hacíamos con las dudas lógicas de quien afronta algo por primera vez. Nunca antes habíamos tenido que gestionar una situación como la actual, que pone a prueba nuestra capacidad y nuestros valores como sociedad.
Superada esta evaluación, creo que podemos estar satisfechos y debemos agradecer al conjunto de la comunidad educativa su esfuerzo para lograrlo. Gracias a todos los que hicisteis con vuestro trabajo diario que esto fuera posible.
Reabrir los colegios e institutos, y recuperar así los ritmos cotidianos, era necesario para mantener las claves de un sistema de calidad, inclusivo y equitativo como el gallego. La Covid no podía interrumpir la educación de nuestros hijos. Nos jugamos el futuro y eso requiere determinación en el presente.
Cada día, medio millón de personas entran y salen de los mil trescientos centros educativos gallegos, lugares abiertos que interactúan permanentemente con la sociedad. Somos una de las comunidades autónomas que apostó por una mayor presencialidad y, a pesar de eso, la incidencia del virus fue muy reducida gracias al compromiso colectivo con el cumplimiento de los protocolos y de las medidas de prevención.
No fue fácil. Debemos, debisteis, adaptarnos a los múltiples requerimientos sanitarios sin descuidar el objetivo primordial de educar. Cada uno de vosotros dio lo mejor de sí.
El conjunto de los gallegos debió hacer un importante esfuerzo económico que permitió la contratación de dos mil trescientos docentes, la mayor hecha nunca. Hubo que tomar decisiones en directo , escuchando siempre a la comunidad educativa, con instrucciones y planes que fueron adaptándose, pero que procuraban siempre el objetivo que ahora alcanzamos.
Gracias. Gracias a los equipos directivos que pusieron en marcha el sistema a contrarreloj y a los profesores, que trabajaron sin reloj para superar miedos y transformar incertidumbres en normalidad. Gracias al personal de la administración, de servicios y de limpieza. Y, por supuesto, gracias a los chicos y chicas , a los alumnos, que una vez más dieron un gran ejemplo, algo que debemos agradecer a sus familias. A todos, gracias.
Ahora que comienzan las vacaciones navideñas, no podemos bajar la guardia. Porque el virus continúa ahí y hace falta retomar la actividad lectiva tras este merecido descanso.
Teníamos, y aún tenemos, una prueba extraordinaria por delante. Pero también la capacidad de estar a la altura, como demostró toda la comunidad educativa. ¡Muchas gracias y feliz Navidad!