Verín, Monforte, Amoeiro, Coles, Trazo, Boqueixón, Val do Dubra y Campo Lameiro relajan sus restricciones

El comité clínico de la Xunta, reunido este martes, ha decidido que las localidades orensanas de Verín, Amoeiro, Coles, la lucense de Monforte de Lemos, las coruñesas de Trazo, Val do Dubra y Boqueixón y la pontevedresa de Campo Lameiro pueden abandonar las restricciones de nivel 3 , que implican el cierre perimetral del municipio, el cierre de la hostelería y la prohibición de las reuniones entre no convivientes. Estos municipios reúnen 50.000 habitantes, aproximadamente.

Son los ocho siguientes concellos en dar un paso positivo, tras decretar la Xunta las mismas relajaciones el pasado viernes para otro concello orensano, O Carballiño. Así, las limitaciones se restringen a las reuniones entre seis personas y al límite de bares y restaurantes del 50% en interior y el 75% en exterior. Las medidas entrarán en vigor en la medianoche del miércoles al jueves, con su publicación en el Diario Oficial de Galicia.

La nota negativa la pone el concello pontevedrés de Moaña , que da el paso opuesto y entra en las restricciones de nivel 3, esto es, ese cierre de la hostelería, el cierre perimetral y la prohibición de reuniones de no convivientes. Moaña no hará perímetro con su vecina Cangas, por lo que ambas quedan perimetradas por separado. Además, mantienen sus restricciones actuales pero se quedan con una vigilancia especial Ribeira, Petín, A Rúa, Dumbría y A Lama por su situación actual. Las medidas también entrarán en la noche del miércoles al jueves.

Quedan así 62 ayuntamientos donde todavía pesan esas importantes restricciones , entre ellos las siete grandes ciudades de la Comunidad. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido calma con este levantamiento de las restricciones y ha asegurado que «espera dar una buena noticia en diciembre» con las mejoras en algunos de los concellos gallegos . Ciudades como Santiago, Orense, La Coruña o Ferrol están mejorando sus datos, pero otras áreas como la viguesa, la lucense o la pontevedresa todavía preocupan por unas tendencias no tan favorables.