Universidad
La USC recibe mil alumnos extranjeros al año, que se gastan una media de 530 euros al mes
Polonia, Italia o Reino Unido son los «países estrella» en cuanto a recepción y envío

La Universidad de Santiago es un reclamo para los estudiantes de medio mundo. En sus aulas se sientan a diario alumnos llegados de Polonia, Italia, Francia o Reino Unido, que comparten experiencia con otros originarios de China, Japón, Egipto, Latinoamérica o Palestina. Porque el conocimiento no sabe de fronteras y la internacionalización de los campus, aseguran los expertos, «ha llegado para quedarse». Y los datos les dan la razón. Una ojeada rápida a las cifras de movilidad de los principales centros revela que en sistemas universitarios como el inglés el porcentaje de estudiantado extranjero ya es del 8 por ciento. En el caso de España, la movilidad sigue siendo un filón poco explotado que solo mueve a nuestras aulas a un 2 por ciento de alumnos extranjeros . Por eso, la USC se ha propuesto tomar la cabeza en cuanto a recepción y envío de alumnos se refiere.
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Por el momento, explica a ABC Víctor Arce, Vicerrector del área, Santiago «está a la cabeza a nivel español y europeo en lo tocante a proyectos de cooperación», con más de 600 convenios firmados. Esta oferta implica que los matriculados en la USC pueden completar estudios en Estados Unidos, Canadá, Iberoamérica, Oriente Medio o África. Porque, sostiene Arce, hay vida más allá del clásico programa Erasmus. «En un curso la USC recibe unos 1.100 alumnos de movilidad entrante. Internacionalmente se van unos 560 y llegan unos 980», indica el responsable de internacionalización de la institución compostelana, que también aclara que hay carreras más ligadas a la movilidad que otras.
Filología y medicina
«Normalmente se busca una equivalencia entre planes de estudio para que cuando vuelvan haya un reconocimiento. Filología es una de las facultades que más movilidad tiene. También las facultades del área de Económicas o Empresariales y en ciencias de la salud y medicina también hay un importante nivel de internacionalización», revela el docente. Sobre los que se van, Arce explica que la nómina de destinos predilectos la encabezan Polonia, Italia, Reino Unido, Francia y Alemania. Fuera de Europa destacan México, Argentina, Chile, Brasil y Colombia. De los que vienen, los que más peso tienen son, de nuevo, Italia, Polonia, Inglaterra y Francia.
«Boca a boca»
Detrás de estas cifras, que escalan curso a curso, se esconde una realidad que convierte a Santiago es una de las universidades más valoradas por los alumnos extranjeros. Y no es otra que el poder del «boca a boca». «Es algo que influye cada vez más, porque la posibilidad de intercambiar información hoy en día a través de las redes es total y son muchos comparten su buena experiencia con su entorno», incide el vicerrector.
Pero, ¿por qué la capital gallega resulta tan atractiva? Quienes están en contacto diario con los alumnos lo tienen claro y apunta a un puñado de elementos clave. El primero de ellos, que Santiago tiene un tamaño que no obliga a grandes desplazamientos y cuenta con una importante oferta cultural. También el peso de la vida universitaria —que es lo que conecta a ciudades clásicamente universitarias, como en Salamanca o Granada— y que contribuye a crear un ambiente agradable. Además, revela Víctor Arce, Compostela «es una ciudad segura», un extremo que preocupa mucho a las familias. A nivel académico pesa la gran cantidad de títulos y el nivel académico de los estudios y del profesorado. Y en lo tocante a lo económico, «supone un desembolso menor que al que obligan otras ciudades europeas».
Impacto local
Precisamente, un estudio de la USC refleja que el número de estudiantes llegados de fuera de nuestras fronteras permite hablar ya de un «turismo académico» —estancias inferiores a un año— que tiene un fuerte impacto en la economía local. Lo demuestran los 532 euros por persona y mes que gastan de media entre alojamiento y gastos vinculados con la vivienda. La misma encuesta revela que casi el 96 por ciento de estos estudiantes realizan visitas turística s a otras localidades gallegas y que el 78 por ciento incluso se mueve fuera de Galicia. Además, un 76 por ciento reciben unas tres visitas de familiares o amigos durante su estancia, que suelen tener una duración de 4 días, lo que multiplica el consumo y el gasto.