Rechazan someter a otro examen psiquiátrico al parricida de Moraña
No se practicarán más diligencias y la Fiscalía confía en celebrar el juicio antes del verano
El caso del parricida de Moraña (Pontevedra) no admite dudas para el fiscal Alejandro Pazos, que mantiene para David Oubel la petición de prisión permanente revisable , tal y como ayer ratificó en la vista preliminar celebrada en el Juzgado de Instrucción número 1 de Caldas de Reis en el que el presunto autor del doble crimen compareció por videoconferencia desde la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León.
Este trámite, previsto en la Ley del Jurado y a través del que se comunica al acusado y a su defensa las acusaciones que formula el Ministerio Público, supone de facto el cierre de la instrucción, por lo que solo queda que el juzgado dicte auto de apertura de juicio oral y traslade el caso a la Audiencia Provincial. En este sentido, Pazos confió en que estos últimos trámites no se demoren en exceso y se pueda fijar la celebración de la vista oral para antes del próximo verano.
El asturiano, acusado de acabar en 2015 con la vida de sus dos hijas, de 4 y 9 años, en la localidad gallega de Moraña para vengarse de su exmujer, no articuló palabra y asistió en silencio a las intervenciones de los abogados de las partes, en una audiencia preliminar en la que se confirmó que no habrá más diligencias. Pese a que la intención del letrado que asiste a Oubel era la de someter a su patrocinado a un nuevo examen psiquiátrico , este extremo fue rechazado al considerarse que el realizado por los forenses del Instituto de Medicina Legal de León y Zamora fue «lo suficientemente exhaustivo», en palabras del fiscal. «Hace una valoración razonada y suficiente sobre las condiciones psíquicas del acusado» y concluye que «es perfectamente imputable» y «no hay ningún indicio de que estuviese afectado en su imputabilidad en el momento de los hechos y mucho menos ahora», recordó respecto al citado informe.
Es por ello que justificó la petición de prisión permanente revisable recogida en la última reforma del Código Penal y que convierte a este caso en el primero de España en aplicarla. «Legalmente es lo que procede», aseveró. En su opinión, «es indiscutible» que los hechos a juzgar son asesinatos. Según su escrito, Oubel mató a sus hijas con crueldad utilizando para ello una sierra radial y un cuchillo de cocina. Previamente las drogó para «evitar cualquier posibilidad de defensa o huida de las menores».
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