Entrevista

Rafael Bengoa: «Hay que invertir en sanidad. Habrá más epidemias como el coronavirus»

Defiende que España tiene un sistema de salud sólido para contener el virus y, si no es posible, al menos para tratar a la gente

Rafael Bengoa codirige el Instituto de Salud y Estrategia (SI-Health) MIGUEL MUÑIZ

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Asesor del expresidente Barack Obama, fundador del sistema público de salud vasco, médico y uno de los mayores expertos mundiales en gestión sanitaria, Rafael Bengoa (Caracas, 1951) recaló esta semana en Santiago para analizar cómo la sanidad pública debe enfrentarse al reto demográfico en el marco de una jornada organizada por el Foro Económico de Galicia. En plena crisis por el coronavirus , Bengoa cree que se está actuando correctamente para intentar frenarlo, pero alerta que llegarán más epidemias y hay que estar preparados.

¿Está el sistema sanitario gallego preparado para el envejecimiento

Lo que hay que lograr en Galicia, y en otros sitios, es saber qué hacemos como individuos durante los 25-30 años que se nos añade de vida con respecto a nuestros abuelos. No sabemos muy bien qué hacer porque no nos ha dado tiempo a adaptarnos a esa velocidad de años añadidos. Al sistema de salud le ha pasado lo mismo. No está adaptado a esa realidad.

¿Cómo se puede adaptar?

Los servicios sociales y sanitarios tienen que empezar a cambiar el modelo pasivo por un modelo activo. Hoy se espera que el paciente se ponga enfermo, que venga a la parte más cara del sistema, que son las urgencias, que ocupe una cama, que es la segunda parte más cara del sistema, etcétera. ¿Por qué tenemos este modelo pasivo? Porque era bueno para la medicina aguda. Tenemos un accidente, un apendicitis, un infarto o lo que sea. Nos hemos quedado con ese modelo, intentando atender a una población llena de enfermedades crónicas.

¿Cuánto ha subido la incidencia de las enfermedades crónicas?

Va a haber más de un millón de personas con demencias seniles en España y no estamos preparados para gestionarlo. No se arregla con un recetario, se arregla con servicios. Como no parece que vaya a aparecer un nuevo medicamento, hace falta montar un sistema muy diferente. Hay que dejar el sistema del siglo pasado y pasar a un modelo en domicilios o centros de cuidados. Atender a los crónicos con recursos humanos, con enfermería comunitaria, médicos y servicios sociales, pero en la medida de lo posible en sus casas. Ellos y sus cuidadores van a mandar información digitalmente al centro de salud y así se sabe si están descompensados antes de que lleguen a Urgencias. Si haces eso, los estudios apuntan que reduces un 30 por ciento las personas que acuden a urgencias y ocupan una cama. El modelo no es barato, sobre todo al principio, porque hay que invertir, pero tiene un buen retorno.

¿En cuánto tiempo se empieza a notar el ahorro?

En tres o cuatro años se empieza a ver ahorro porque empieza a venir mucha menos gente a Urgencias. La gente quiere que les cuides en casa y tienen que tener una infraestructura sociosanitaria digna.

¿Se está empezando ya a montar esta infraestructura?

Se está haciendo, España tiene un modelo que puede ir más rápido que otros en esa dirección. Nos llevan la delantera los escoceses, Nueva Zelanda, Canadá, Suecia... Porque han tomado la decisión política a nivel nacional y autonómica.

¿Se necesitarán entonces más equipos para que se puedan desplazar a los domicilios?

Hace falta que el mundo de la medicina y la enfermería sepa que su trabajo no va a seguir siendo «me voy a un hospital o a un centro de salud», si no que les va a tocar ir a la comunidad, no siempre a una casa, sino a hacer cosas en la comunidad. En un hospital en Cincinnati siempre llegaban a Urgencias los mismos niños con crisis de asma graves. Se detectó que venían de dos o tres barrios muy concretos de la ciudad. Los médicos, neumólogos, enfermería, pediatras del hospital, se sentaron con los padres, la gente de Medio Ambiente y los colegios y decidieron entre todos qué se podía hacer en el hospital con esos niños. En dos años, un 30 por ciento de ellos no volvió a Urgencias.

¿Hay que volver entonces al modelo del pasado, en el que el médico iba a los domicilios?

Hay que volver, pero no siempre va a ser un médico. Va a haber un equipo que se tiene que ocupar de la persona mayor. Necesitan que venga alguien a evaluar sus necesidades sociales y sanitarias a casa, algo que no estamos haciendo. Esto no se puede hacer para toda la población, pero sí para los que tengan más de 75-80 años.

Ante el coronavirus, se recomienda no acudir al centro de salud o al hospital y que sea el personal sanitario el que se desplace a tomar las pruebas. ¿Hay actualmente equipos suficientes dado que aún estamos en el modelo pasivo?

En este caso se toma esta medida como forma de contener una epidemia. Yo creo que estamos preparados, porque tenemos un sistema de salud bien estructurado y fuerte. Si estuviésemos en Miami o Nueva York, diría que no. El modelo allí implica que te tienes que gastar dinero para hacerte la prueba tú. ¿Si tengo un pequeño catarro me voy a hacer la prueba de coronavirus por la que me van a cobrar 50 dólares? Pues no. Nosotros tenemos un servicio y eso nos hace fuertes para controlar la epidemia. Nuestro sistema sanitario, tanto en recursos humanos, como en infraestructuras, mascarillas o equipamientos está listo para contener esto que tenemos ahora.

¿Qué diferencia el coronavirus de otras enfermedades y por qué es tan importante y se están poniendo tantos esfuerzos para contenerlo?

Porque no estamos inmunizados. La mitad de la gente está inmunizada contra ciertos virus que ya hemos tenido antes, sobre todo gracias a la vacunación. No estamos protegidos contra el nuevo virus, por lo tanto no sabemos cómo se comporta el virus en el cuerpo. Parece que es muy contagioso, pero poco mortal. Pero sospecho además que la mortalidad ahora puede estar exagerada. En los primeros momentos en China a la gente que se vio infectada no se les trató como ya se está tratando hoy y por lo tanto algunos han muerto, entre ellos algunos clínicos, y ha aparecido una mortalidad muy alta al primer momento. Las cosas que se están haciendo se están haciendo muy bien. España tiene un sistema sólido para contener y, si no se lograse contener, España sigue siendo un buen sistema de salud para atender a la gente.

¿Podría ser un virus estacional como la gripe y en breve empezar a decaer?

Es probable que sea estacional porque eso es lo que hacen habitualmente estos virus. Este tipo de virus además -aunque de este no se sabe todavía- suelen mutar. Por eso tenemos una nueva vacuna cada año. Normalmente no hacen una mutación muy radical hacia una mortalidad muy alta, pero hay que acordarse también que pueden mutar para bien. Se puede volver menos virulento. Lo probable es que en dos o tres meses sabremos como tratarlo, qué antiviral funciona y en 8-9 meses habrá vacuna y sabremos si se mete dentro de la gripe o se aplica aparte.

¿Podría ser un virus estacional como la gripe y en breve empezar a decaer?

Es probable que sea estacional porque eso es lo que hacen habitualmente estos virus. Este tipo de virus además –aunque de este no se sabe todavía– suelen mutar. Por eso tenemos una nueva vacuna cada año. Normalmente no hacen una mutación muy radical hacia una mortalidad muy alta, pero hay que acordarse también que pueden mutar para bien. Se puede volver menos virulento. Lo probable es que en dos o tres meses sabremos cómo tratarlo, qué antiviral funciona y en 8-9 meses habrá vacuna y sabremos si se mete dentro de la gripe o se aplica aparte.

¿Hay demasiada alarma?

Esto no nos puede seguir sorprendiendo. Deberíamos de saber que teníamos que intervenir y fortalecer nuestros sistemas de alerta, laboratorios, equipamiento o personal de salud pública entre epidemias y no cuando ya la tenemos encima. Vamos a ver si ahora todo esto se calma y a esperar a la siguiente. Va a haber más y alguna puede ser bastante más negativa que esta. ¿Cuándo hay que trabajar el tema? Entre epidemias.

¿Qué se puede hacer entre epidemias entonces?

Fortalecer el sistema público, asegurar que la salud pública recibe más fondos de los que está recibiendo, más epidemiología, más enfermería comunitaria para atender a la gente a domicilio, mejor atención primaria, más laboratorios, más velocidad en la identificación del virus (que ya se identifica muy rápido). Que sepamos de qué virus estamos hablando en dos semanas, no en dos meses; que sepamos fabricar una vacuna en tres meses, no en un año. Todas esas cosas se pueden acelerar. Pero no va a ocurrir si no invertimos.

¿Por qué habrá más epidemias?

Ha habido siempre nuevos virus, pero antes en la localidad china donde ha empezado ni siquiera viajaba a otros pueblos. Se quedaba allí y no encontraba más víctimas, se autolimitaba. Ahora, con todo el mundo viajando, de esa localidad al resto de China y de China a toda la tierra el virus viaja y se expande, antes no.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación