Balance de 2019
El PSdeG, a recuperar la Xunta tras superar por primera vez al PP
Los socialistas obtuvieron el 28-A su primera victoria en la Comunidad
«Haz que pase» era el eslogan del Partido Socialista para las elecciones generales del 28 de abril. Y si bien el presidente en funciones, Pedro Sánchez, no consiguió que su objetivo, formar un Gobierno, «pasase», sí que sirvió para que su federación en Galicia hiciese historia, consiguiendo por primera vez en la democracia vencer unas elecciones a nivel gallego. Ocurría después de una rebelión interna por los cambios en las listas electorales para estos comicios y los locales, unas «tensiones», como las definió el secretario xeral socialista, que no pasaron factura a la socialdemocracia. El PSdeG obtenía, con una diferencia cercana a los cinco puntos, superar el muro infranqueable del PPdeG, que solo se había saltado mediante acuerdos con el BNG. Con todo, la felicidad de la victoria duró poco: el 10-N, en las segundas generales, el PPdeG recuperaría el primer puesto por un suspiro:siete décimas de diferencia, con empate a 10 escaños.
El PSdeG pudo compartir otras dos grandes alegrías entre medias: la rotunda victoria en territorio gallego en las elecciones europeas, con el ahora alto representante de Exteriores de la UE, Josep Borrell, como candidato, y quedarse de nuevo rozando con los dedos la victoria en las municipales del 28-M. Solo nueve mil papeletas separaron a conservadores y socialistas, seis décimas. Esa noche, a pesar de que el PP consiguió la primera plaza en La Coruña, Ferrol o Lugo, el socialismo amarró cinco de las siete ciudades (curiosamente, una donde ganó, Orense, no la pudo sumar a su saca) y tres diputaciones de cuatro, quedándose fuera la de Orense por el pacto de Democracia Ourensana y el PP para obtener la alcaldía y el Gobierno provincial, respectivamente.
Y precisamente el impulso de Sánchez ha acarreado que el socialismo haya hecho seguidismo de las tesis que se defendían desde Moncloa , también cuando eran temas que afectaban a Galicia. O mejor dicho, que todavía afectan, como puede ser la millonaria deuda del Gobierno central a las comunidades, o la cada vez más complicada situación de la industria gallega, con la central térmica de As Pontes o Alcoa como puntas de lanza de esa crisis industrial que amenaza miles de puestos de trabajo. También ha sido el curso de Vox . A pesar de que no cuenta con representación en el Parlamento gallego, en los concellos o en los diputados para el Congreso o los senadores, el PSdeG ha pronosticado y machacado la idea de que el PPdeG gobernará con la formación de ultraderecha liderada por Santiago Abascal .
También ha sido un 2019 de cambios en la composición y la importancia del grupo parlamentario socialista. Si el año el socialismo gallego lo comenzaba como tercera fuerza política en la Cámara, lo terminará como segunda tras la ruptura en dos de lo que era En Marea, que superó en votos, aunque no en escaños, a la papeleta liderada por Xoaquín Fernández Leiceaga. Un Leiceaga que también ha vivido un año de cambios : comenzaba liderando el grupo socialista en Santiago y lo terminará siendo senador de designación autonómica, algo que precisamente es posible debido a la ruptura de las mareas, lo que permitió que los tres senadores autonómicos los escogiese el PP (dos)y el PSOE (uno). Caballero ya es el nuevo portavoz y líder del PSdeG en el Parlamento. Él siempre afirmó que no forzaría la situación de su entrada en las bancadas de O Hórreo, pero la resaca electoral de las municipales fue el momento perfecto para hacer retoques y que corriese la lista. Abel Losada, que lideró la lista de las autonómicas por Pontevedra de 2016, volvió a ser elegido concelleiro por el PSdeG en Vigo, lo que hizo que abandonase su puesto como parlamentario. Esto dio la oportunidad a Caballero, que iba de cinco en esa lista (el PSdeG consiguió cuatro asientos en dicha circunscripción) de acceder a ese escaño y sentarse en el puesto de líder de la oposición. Más visibilidad, necesaria cuando el reloj corre endiablado hacia las autonómicas de 2020, donde Caballero aspira a terminar con 11 años de Gobierno popular, y la posibilidad de confrontar directamente con el presidente de la Xunta cada dos miércoles en la sesión de control , ya convertida en un ring preelectoral. La marcha de Leiceaga, que el PP interpretó como una manera de eliminar cualquier voz más preparada que la suya, hizo que Caballero, ya sí, sea la cabeza visible, también oficialmente, de ese grupo de catorce diputados. Todo pese a que el PSdeG registró a nombre de su tío, Abel Caballero, la portavocía del grupo. Cosas que pasan.
Un 2020 clave
Quedan por delante meses muy intensos para el PSdeG en su movimiento hacia la recuperación de la Xunta. No dependerá solo de ellos, si no de si la izquierda en su conjunto está fuerte y, también, de hasta cuánto voto puede capturar ese flanco, con el espacio de Podemos, Izquierda Unida y Anova en su habitual acuerdo en el desacuerdo y un BNG lanzado tras recuperar su representación en Madrid y con una Ana Pontón que es la líder de la izquierda en Galicia más popular. El año 2020 será clave para comprobar si la izquierda continúa con los éxitos en Galicia tras este 2019 o San Caetano vuelve a suponer la enésima resaca.
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