CRIMEN DE MUIMENTA

La madre de Desirée, condenada a prisión permanente revisable por asesinar a su hija

La sentencia incluye una posible alteración mental que no afecta a la pena impuesta

Ana Sandamil en el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Lugo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El veredicto del jurado popular que asistió al juicio por el asesinato de Desirée Leal fue contundente, y con la misma rotundidad se expresó la magistrada encargada de dictar sentencia para la madre de la pequeña lucense. La condena impuesta, dada a conocer este lunes, responde a la petición de las acusaciones y de la Fiscalía, que entendían que el asesinato de la niña de siete años, en mayo de 2019, debía ser penado con la prisión permanente revisable . Su argumento coincide con la opinión del tribunal ciudadano, que no dudó de la culpabilidad de la madre a la hora de intentar suministrarle pastillas a la menor para sedarla y, posteriormente, asfixiarla. Lo hizo, expone la juez de la Audiencia provincial de Lugo, cuando la niña «se encontraba durmiendo en su habitación y probablemente adormilada por la trazodona que le suministró», refiere el documento, que dibuja un horizonte vital entre rejas para Ana Sandamil.

La clave de la vista oral que tuvo lugar el pasado febrero en Lugo estaba en demostrar que la acusada había actuado de manera consciente , a sabiendas del daño que estaba provocando en la menor y siendo dueña de sus actos. Esta fue la hipótesis de la familia y de la fiscal, que el abogado de la defensa trató de tumbar insistiendo en que la madre actuó presa de un brote psicótico que habría nublado su juicio. Los profesionales que desfilaron por la sala para arrojar luz sobre el estado mental de la madre constataron de forma mayoritaria que Sandamil era consciente de lo que estaba haciendo la madrugada que dio muerte a su hija, pese a que una de las especialistas dudó de esta afirmación y abrió la puerta a una psicosis que estaría alterando sus facultades de manera importante desde tiempo antes.

El debate lo zanjó el jurado popular al descartar, por unanimidad y tras escuchar a numerosos peritos, que Ana Sandamil tuviese sus capacidades mentales «severa, considerable o totalmente» afectadas . Y en base a esta resolución, la juez encargada de dictar la sentencia anotó que las explicaciones de la condenada y su confrontación con las demás pruebas -tanto a nivel forense como psiquiátrico- «ni siquiera en lo que se refiere a su supuesta falta de capacidad, permitirían sostener la existencia de una duda razonable a su favor». El fallo también hace hincapié en la falta de recuerdos de la madre sobre la madrugada del crimen, una laguna para la que no aportó explicación. Según la magistrada, esta amnesia selectiva ya «fue puesta en entredicho por la prueba pericial», cuando las psicólogas que la trataron manifestaron que estaba «exagerando» su situación.

Por todo lo analizado durante la semana que duró la vista del crimen, y veredicto mediante, el tribunal considera a Sandamil autora de un delito de asesinato con la agravante de parentesco y el atenuante analógico de alteración mental o psíquica, aunque de carácter leve. Una afectación parcial que no librará a la filicida de la máxima pena. En su resolución, la ponente de la Audiencia de Lugo destaca en varios pasajes que la menor no tuvo posibilidad alguna de defensa, dada la «absoluta desproporción entre las posibilidades de agresión o ataque a la niña y su agresora». Sobre el momento de la muerte, destaca basándose en los resultados de la autopsia que la niña se rebeló y luchó por su vida, de ahí la sangre que se encontró bajo sus uñas, «pero no había posibilidad alguna de éxito en ese intento, ante ese ataque violento y sorpresivo de su propia madre, decidida a acabar con su vida».

La sentencia también descarta de plano que la madre de Desirée tuviese intención alguna de acabar con su vida, y tilda de paripé el presunto intento de suicidio que protagonizó cuando la abuela descubrió el crimen y se tomó un blíster de pastillas. «La condenada acudió al dormitorio de su madre, le comunicó que había muerto [la niña] e ingirió unas pastillas sabiendo que no le provocarían la muerte», expresa la resolución judicial, que en ningún momento da veracidad a la versión de la acusada. Todo lo contrario, la magistrada entiende, siguiendo el razonamiento del jurado popular, que la procesada ideó el crimen después de que su exmarido le hubiese comunicado que pretendía pasar más tiempo con la pequeña y que iba a pedir una revisión de la custodia. «Esa fue la principal razón de que diera muerte a su hija», considera en base a algunos de los testimonios escuchados en sala, como el de una amiga de Sandamil que recuerda que se quejó de esta petición y que fue especialmente clarificador para el tribunal ciudadano, que lo tuvo presente en su veredicto.

Aunque no sería preciso para justificar la condena de prisión permanente revisable, tanto los jurados populares como la magistrada de la Audiencia asumen también la versión de los agentes de la Guardia Civil que investigaron el caso y que descubrieron unas búsquedas de veneno en Google días antes de que se cometiese el crimen. Sandamil negó que ella hubiese realizado esa consulta en Internet sobre una sustancia llamada estricnina, y un tío suyo intentó descargarla de esa responsabilidad declarando que la búsqueda la podía haber realizado él. Pero ni unos y otros se creyeron esta teoría que, muy al contrario, ligaron de forma directa con el plan de la madre de acabar con la vida de la menor para dañar a su expareja e impedirle así disfrutar más tiempo de ella.

«Hace justicia»

A falta de una confesión por parte de la madre, que ante la lectura del veredicto había dicho que no estaba de acuerdo con lo dictaminado, la sentencia la obliga a abonarle 120.000 euros al padre de Desirée. José Manuel Leal, que desde la dramática pérdida de su hija sufre una incapacidad que no le permite trabajar, había manifestado que de no ser condenada Sandamil a la prisión permanente revisable, su abogado recurriría el fallo. «Ojalá pudiera haber hecho algo por salvar su vida, pero no pude. Pero haré lo que pueda por hacer justicia», manifestó a ABC el día del veredicto. No será necesario. Sandamil es ya la primera gallega en ser condenada a la pena máxima .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación